Te vas a la Filmoteca y te encuentras este documental tan interesante como original. El director y protagonista del mismo nos cuenta su propio experimento: en mitad de una crisis existencial (producida por el abandono de su novia), decide reconstruir su vida y reconstruirse a sí mismo. ¿Cómo? Pues lo primero que hace es preguntarse sobre las cosas que necesita realmente para vivir. Para responder a su propia pregunta, Petri Luukkainen decide meter todas sus cosas (TODAS LITERALMENTE) en un depósito. Se va a vivir a un nuevo apartamento sin nada: hasta sin ropa. Durante un año, irá cada día al depósito e irá cogiendo una cosa (una sola cosa) que vaya sintiendo que necesita de verdad. Y una cosa que de verdad lo haga feliz. Y otra premisa que debe cumplir es que no podrá comprar nada. Absolutamente nada. (Que nadie se preocupe o se me enfade porque piense que he contado todo el documental, consiguiendo con ello que se pierda el interés o la sorpresa. Todo lo que acabo de decir, el espectador lo sabe en los dos primeros minutos de película).
La conclusión del experimento (el documental narra algunos de esos 365 días) nos lleva a reflexionar (lo quieras o no, como espectador no puedes quedarte indiferente) sobre el consumismo y la ansiedad del ser humano por acumular cosas inútiles. Pero también habla (con humor sutil y hasta tierno, pero también socarrón y bastante cínico) de las personas, de la familia o de los amigos. En definitiva: de la necesidad imperiosa que tenemos por ser observados, tenidos en cuenta y hasta entronizados por nuestros egos. Porque “MY STUFF” es también eso. Y si no, ¿por qué alguien decide grabarse a sí mismo durante todo un año y luego lo muestra? Algo así como lo que hacemos todos casi cada día en nuestros muros de facebook. Yo a la cabeza, que para eso mi ego me importa más que el de nadie. ¿O no lo teníais todavía claro?
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