"AÚN NOS QUEDA EL TELÉFONO", de Erica Van Horn

“AÚN NOS QUEDA EL TELÉFONO”, de Erica Van Horn

AÑO: 2022

PÁGINAS: 111

GÉNERO: novela fragmentaria

Este libro no cambiará nada en la historia de la literatura, vale. Pero es de esos libros que leo con agrado mayúsculo, con una sonrisa puesta todo el rato y sintiendo que es un libro que me encantaría haber escrito yo. Me gustan esas historias donde el buenrollismo o su predisposición positiva me causan placer lector, reflexiones varias y, además, me congratulan con el ser humano.

La magia de este libro es su sencillez. Tiene esa gracia de algunas películas del cine independiente que hablan con estilo propio, muy a lo Isabel Coixet en sus mejores momentos, de cosas que nos atañen, que nos importan y que son pura cotidianidad, contadas a base de fragmentos, de escenas aisladas que suman para lograr un conjunto encantador. Un libro sin ínfulas que atesora humanidad a borbotones.

Una hija decide ayudar a su madre nonagenaria a redactar el obituario que la segunda quiere dejar como despedida para cuando le llegue la muerte. Así, la hija va recopilando instantes, anécdotas y circunstancias vitales de su madre sin más hilo conductor que lo de la escritura de dicho obituario. Asistimos a la descripción de un personaje excepcional captado en su cotidianidad y así el lector se topa con una mujer corriente radiografiada a través de detalles, de curiosidades o de circunstancias banales (que toman relevancia en nuestra psique) que leídas en el libro toman la forma de algo universal. La ternura y la empatía de la hija lo impregnan todo y desde su propia memoria rememora la imagen que la vida le ha ido creando de su madre, una mujer individualizada en su idiosincrasia, una mujer que nos hace gracia y nos cae fenomenal a los lectores. En el fondo, la hija está escribiendo una hermosa despedida al mismo tiempo que le hace un homenaje a una mujer estupenda.

La autora utiliza una prosa directa revestida de ese encanto que tiene sacarle literatura a la trivialidad de una vida normal y corriente. Es un intento (logrado) de convertir en heroína a un ser humano anónimo para cualquiera, pero importante en nuestras vidas personales. Lo repito: una novela encantadora en su humilde sencillez expositiva. Y tan divertida como enternecedora.