Título: “RECUERDOS DURMIENTES”
Autor: Patrick Modiano
Año: 2017
Páginas: 104
Género: novela
Por fin puedo acabar una novela del Nobel Patrick Modiano. Había comenzado unas cuantas y todas las fui abandonando en las primeras páginas, incapaz de engancharme al universo que me proponía este escritor francés. No ha logrado subyugarme del todo (esta novela no me entusiasma por lo que cuenta), aunque he notado ciertos elementos narrativos que han logrado crearme curiosidad y hasta interés (esta novela he querido acabarla por cómo logra contar lo que no me ha interesado argumentalmente hablando). No juzgo al escritor ni su trayectoria, puesto que la desconozco. Juzgo estas 104 páginas.
Me gusta ese París real que aparece prácticamente en todas las páginas como elemento simbólico. Florece brumoso, como son la memoria y el duermevela. Y en este sentido, el narrador evoca 50 años después ciertos personajes femeninos (¿son todas Eurídice?) y algunas anécdotas (con lo que tienen los recuerdos de mezcla entre mentira y tergiversación), usando su París rememorado y logra un equilibrio narrativo especial y muy hermoso de mapa cerebral y pasado escurridizo. Al final, todo parece un homenaje a la capital parisina.
Me ha gustado cómo utiliza como motor narrativo la memoria (sea real o ficticia, esto lo desconozco; aunque todo apunta a lo primero). Esa memoria concede a la narración un tono ensoñador, vaporoso, como de sensualidad no intencionada. Y crea unas páginas cargadas de poesía narrativa.
Y me ha gustado, finalmente, esa capacidad de Modiano de sugerir en lugar de (de)mostrar, obteniendo como resultado un libro de paseos vagabundos por las calles (literales) y por la mente (que sueña y recuerda).
Cierro el libro (que se bebe en una sentada) y me gusta esa sensación de haber leído una obra que parece un teatro donde se atrapan las tinieblas íntimas de nuestros recuerdos. Pero no siento ningún entusiasmo por ella y sé que la olvidaré pronto.
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Título: “CINCO ESQUINAS” (2016)
Autor: Mario Vargas Llosa
Año: 2016
Páginas: 314
Género: novela
Cuando has leído de un autor prácticamente toda su obra (eso significa que te gusta mucho y por eso reincides), siempre esperas con ganas y entusiasmo que llegue su siguiente publicación. De Vargas Llosa me da igual el género que utilice (algunos de sus ensayos son antológicos). Así que aquí estamos, con su última novela, leída con ganas y en poco tiempo.
En ella está ese ojo crítico que siempre ha tenido para captar la realidad; esos personajes variopintos que se muestran como mosaico creíble de una pirámide social bien radiografiada y, además, caricaturizada con una inteligencia sutil y mordaz; está también el Perú percibido desde la mirada política, desde el examen concienzudo sobre el mal funcionamiento de las escalas de poder que tanto miedo dan por sus continuos zarpazos de humillación para con el prójimo; están el humor, la acción folletinesca (aquí más culebrón que otras veces, con la prensa amarilla protagonizando gran parte de la trama), el tono de novela policíaca pasado por un filtro muy peculiar de querer caricaturizarlo (para zaherir y pinchar) todo. Y están las idioteces de la clase burguesa adinerada o el patetismo al que llega el ser humano cuando desea vivir falacias tan aprehendidas como trágicas. Y está, por supuesto, el dominio y manejo de la sintaxis y el léxico apabullantes de un escritor que ha logrado crear grandes obras maestras.
Está todo eso, sí. Pero no cuaja. Para mí es una novela menor, como escrita muy rápido, que apunta hacia la incisión profunda pero que se queda en una cura demasiado superficial. Para que se me entienda, tengo exactamente la misma sensación que cuando veo las últimas películas de Woody Allen.