Páginas: 162
Publicación: marzo de 2017
Género: novela
Es mi primer acercamiento lector a Graham Swift y no va a ser el último. Me he encontrado a un novelista magnífico, cuya prosa -escueta y lírica al mismo tiempo- me ha atrapado y hasta emocionado en todas y cada una de sus páginas. Swift captura la vida de una mujer -una muchacha de poco más de 20 años- durante un domingo que la marcará para siempre. La morosidad en la presentación de los detalles de ese día dota a la narración de un tempo cargado de incertidumbre (qué belleza hay en la descripción del deambular solitario de la protagonista por una casa ajena o de las sensaciones eróticas de esa misma mujer al contemplar cómo se viste su amante) o de filosofía vital sobre la vida que tenemos y las vidas que nos rodean y que nos marcan tanto como la propia.
Además, la narración se permite hacer una diatriba sobre las diferencias de clase (en un mundo ya caduco, recreado con sutil maestría), sobre los recuerdos que permanecen y nos condicionan, sobre la importancia de la literatura en nuestras vidas o sobre la disposición de lo carnal en las relaciones interpersonales.
Delicada, elegante, melancólica y, sobre todo, inteligente, “EL DOMINGO DE LAS MADRES” es una obra madura, sutil en sus pesquisas, que atesora dentro una intensidad emocional que te salpica inevitablemente y en la que te quedas atrapado. Se lee de una sentada porque, además, es imposible apartar los ojos de las páginas.
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