"LA FAMILIA FANG", de Kevin Wilson

Año de publicación: 2011

Páginas: 381

Género: novela

Hacía tiempo, muchísimo tiempo, que yo no me lo pasaba tan bien leyendo una novela repleta de comicidad, ironía y surrealismo. Y, sobre todo, hacía tiempo que yo no me encontraba con una novela tan gamberra. Hasta el título es una gansada: esta familia es todo, menos una familia. Unos padres (¡vaya personajes!), que se dedican al arte haciendo “performances” en las que incluyen a sus dos hijos sirven al autor (ésta es su primera novela) para escribir una historia que si la cuentas parece una broma. Narrada con un estilo juvenil (aposta), desenfadado, de diálogos ágiles y descripciones directas y sin retoricismos que entorpezcan el desarrollo, la novela engancha ya desde el principio y los personajes (tan redondos como inverosímiles, y por ello más cercanos y prodigiosos) van creciendo y engatusando al lector que no da crédito a lo que va leyendo página a página. Encima, la trama (un poco más allá de la mitad de la novela) incluye una acción “detectivesca” (otra bufonada más surrealista) que consigue que uno no quiera ni pueda dejar de leer.

Y mientras sucede el divertimento, los temas importantes (tratados, ya digo, con una desfachatez e insolencia inauditas) van apareciendo: dónde están los límites del arte, qué es el arte en realidad y, sobre todo, qué consecuencias tienen los actos paternos en los hijos.

Única, rebelde, provocadora, excéntrica y muy sutil, “LA FAMILIA FANG” es una novela turbulentamente inteligente y, lo mejor de ella, es que no lo parece.

Posdata: la versión cinematográfica que ha realizado Jason Bateman, protagonizada por él mismo y Nicole Kidman, es una película que ni fu ni fa, pero entretiene durante un rato que se pasa ligero.