“LAS LEYES DE LA CAZA”, de Pilar Fraile
- salva-robles
- 2 oct
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“LAS LEYES DE LA CAZA”, de Pilar Fraile
AÑO: 2025
PÁGINAS: 219
GÉNERO: novela
Qué agradable resulta toparse con una novela de género (en este caso, hablamos de novela policíaca) que trasciende sus condiciones internas y abre la historia hacia otras regiones y temáticas para convertirla, finalmente, en una novela apasionante, profunda y muy apegada a un hoy que la autora ha sabido desmenuzar con la clarividencia de esos escritores que nos dan zarpazos en la conciencia y que tiran de agudeza para zarandear y remover los cimientos en los que se ahoga y se deprime nuestro presente.
Es “LAS LEYES DE LA CAZA” una novela, más allá de su género policial, sobre la vida rural, sobre la naturaleza y su lucha contra su contrario: la vida urbana fabricada por el capitalismo más frío, chupóptero y alienante. Los personajes se mixturan y, así, unos pertenecen a un mundo y otros intentan huir de él (¿quizá, como en la película “SIRAT” de Oliver Laxe, infructuosa y estérilmente?). Es curioso, también intencionado, cómo ningún personaje (excepto el niño de 8 años desaparecido) aparece de manera positiva en la novela. Todos son oscuros, ocultan cosas, tienen pasados que los encarcelan en el presente y los ahogan en sus cotidianidades atrapados por contextos, o bien sucios o bien ambiguos, que los hacen moverse en el día a día con pasos incompetentes o infecundos. La estructura de la novela, basada en capítulos cortos que están narrados desde el punto de vista de varios de ellos, nos permite a los lectores profundizar en sus interiores y en sus actos externos y así los conocemos de una manera completa y compleja, aunque el mayor logro de la autora con ellos es que no los juzga, simplemente los deja actuar y somos nosotros quienes debemos conceptuarlos (o tampoco, esto ya dependerá del grado de empatía que queramos gastar con ellos). Así, la galería humana de la novela aparece dibujada de manera irónica, pero también inquietante porque son personajes que caminan sin conocer sus rumbos y que son el producto de un mundo desencantado. De alguna forma, son entes simbólicos, figuras imaginadas para representar un dictamen tan hábil como arrollador de la destrucción de nuestro futuro. La mirada de Pilar Fraile no se corta nunca a la hora de precisar qué nos ocurre, que nos aprisiona, cómo nos ahogamos. Por eso, la leemos al mismo tiempo que sentimos escalofríos y la percibimos como una alegoría turbulenta y amenazadora.
Y luego están los paisajes, sus escenarios y los seres vivos que los habitan, que son un personaje importantísimo más (el río, los peces, los perros, los lobos, la tierra, el bosque…). En ellos, la autora idealiza de una forma extraña unos sitios que son una abstracción en constante peligro por culpa de los seres humanos y, sobre todo, por culpa del mundo moderno que los destruye a manos de la voracidad capitalista. ¿Es un refugio la naturaleza? Lo es, pero esta novela nos advierte de lo fácil que es destruirlo, vilipendiarlo o manipular sus ventajas.
“LAS LEYES DE LA CAZA” es una novela ágil, de ritmo tenso, que atrapa al lector en su violencia inmediata y algunas veces indirecta. La trama nos secuestra y nos pone frenéticos. Pero aquí dentro estalla, página a página, algo que la convierte en una obra narrativa de calado mayúsculo y es su osadía y su destreza sutil a la hora de tocar temas que hablan de ese colapso institucional y psicológico en el que nos movemos hoy. Así, acción externa y emociones internas se dan la mano y caminan juntas por una novela que analiza esas lesiones contemporáneas que van desde la adulteración mediática hasta la corrupción de las instituciones. El resultado es un retrato (a modo de pesadilla) que osa debatir sobre las fábulas tan manipulativas del bienestar y de la sociedad de consumo.
Sí, y mil veces sí, es una novela muy inteligente y absolutamente adictiva. De esas novelas que se te quedan dentro para siempre. Y que tiene uno de los finales más verosímiles y contundentes que yo he leído en mucho tiempo.
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