TÍTULO: “SUBSUELO” AUTOR: Marcelo Luján AÑO: 2015 PÁGINAS: 240 GÉNERO: novela Parece que Marcelo Luján quiere jugar con el lector a lo Agatha Christie, pero usando el elemento policiaco de manera atípica: esto es una novela psicológica cien por cien, a veces al trescientos por ciento. Lo de la novela negra lo traemos a colación porque hay un misterio que resolver (qué pasó realmente una noche de hace un tiempo atrás), porque todos los personajes parecen esconder algo, porque hay un espacio (una casa de campo en mitad de la nada) y unos subespacios (la piscina, por ejemplo) como elementos metafóricos y hasta claustrofóbicos y de donde los personajes parece que no pueden salir (al modo de “El ángel exterminador”, de Buñuel). Por si fuera poco, Luján se atreve con un narrador portentoso que se permite (con su implacable omnisciencia) jugar como le da la gana (no con trucos, para nada: en esta novela todo es caudal narrativo desde varios ángulos, nunca impostación o trampa) para que el lector avance y retroceda en la historia y se convierta (dentro de cada página) en una especie de títere en sus manos. Uf, esos avances inconclusos en mitad de un párrafo: cómo inquietan, cómo logran el desasosiego de algo que se percibe hasta que por fin se comprende al llegar al final (que llega tras un in crescendo brutal). Y luego están los magníficos personajes. Cada cual se nos muestra en sus oscuridades, cada uno tiene un secreto (o varios) y cada cual ha edificado su existencia en base a lo que oculta (para protegerse, unos; para proteger también a los demás, otros). El componente psicológico está descrito de manera feroz: todos reaccionan y se expresan por interacción con el ambiente y por la manera personal de afrontar las vivencias y Marcelo Luján actúa como un experto psiquiatra (profundo conocedor de la psique humana, un cirujano que sabe manejar sus instrumentos con habilidad y calado hasta encontrar esa perversión del mal que a todos nos incumbe y de la que nadie se libra en determinadas circunstancias). Cuando todo estalla al final y el lector reconstruye mentalmente, la novela se ha convertido, también, en un retrato magnífico de la clase media con sus miserias y sus infortunios a rastras.
