AÑO: 2018
PÁGINAS: 184
GÉNERO: ensayo
Este libro es varias cosas al mismo tiempo, resumidas todas en esa palabra tan amplia que es ENSAYO. Es un análisis sobre los distintos trastornos mentales aplicados o mostrados en 50 películas; es una obra literaria que profundiza con un estilo envolvente, directo y muy analítico en el tema que trata; es puro entretenimiento y diversión; y es, además, un listado estupendo de películas que ya ocupan un lugar en la historia del cine (en algunos casos, un estupendo lugar).
Da gusto leer este ensayo. Se bebe. José Valenzuela se muestra como un avezado investigador, como un analista penetrante, sutil y perspicaz y con gusto excelente en elegir y analizar películas, regalándonos una visión diferente al tratarlas todas ellas desde el punto de vista de los trastornos mentales y desde su propia opinión personal, a la que se le nota “una mirada encendida” (tres palabras que extraigo del título de uno de los libros de crítica cinematográfica más alucinantes que yo he leído en mi vida y que escribió el que para mí es el mejor crítico de cine de nuestro país: el fallecido Ángel Fernández Santos). José Valenzuela demuestra en este libro que es un exigente espectador, un crítico reflexivo y bastante culto, sin mostrar esa cultura de manera estrambótica o pomposa. Su prosa es diáfana y, al mismo tiempo, profunda en los comentarios analíticos que realiza. Y esto es una gozada en una época en la que se consume tanto cine, pero se contempla poco cine. Yo amo contemplar cine y este libro consigue que yo sienta aún más hambre de obras cinematográficas.
El autor comenta y analiza 50 películas. He visto 42 de ellas. Al acabar el libro me han entrado ganas enormes de ponerme a ver esas 8 que me faltan (ya he buceado y algunas están en plataformas que tengo, así que las veré en breve) y en volver a ver otras que me gustaría revisitar porque me gustaron mucho o porque las considero verdaderas obras de arte. Y es que este ensayo logra dos cosas: revolver, examinar y observar las películas de otra manera y darte un hambre infinita de más cine.
He subrayado muchas frases en este libro, copio aquí algunas:
“El arte nunca tendría que seguir instrucciones”.
“Nadie duda de la función social del séptimo arte, pero tampoco olvidamos que el arte no nace para complacer, o no debería”.
“Experimentación cinematográfica a un lado, la base del drama siempre nace del conflicto. Sin conflicto no hay espectadores que se enganchen a la historia”.
“El cine nunca dejará de ser un reflejo de la sociedad en que vivimos. Así que si nos gusta lo que vemos, no busquemos cambiar el cine: cambiemos la sociedad”.