AÑO: 2022
PÁGINAS: 180
GÉNERO: novela
Me da mucha rabia cuando un buen prosista empieza una narración y a mitad de camino decide "engañarme" como lector. Me explico: esta novela tiene tres partes. Leo la primera de ellas y quedo atrapado en todo lo que la narración me muestra: estilo, una prosa pespunteada de hallazgos y profunda sin que tenga que recurrir a efectos truqueros y, sobre todo, un personaje central y otros secundarios que me atrapan y me obligan a mirarme en los espejos. Leo esa parte entusiasmado.
Luego entro en la segunda parte y, de pronto, no entiendo ese giro, esa otra manera de llevar al protagonista hacia un espacio que me resulta falso y poco explicado (ni siquiera aquí la sugerencia me dice "algo"). Y, como si no importara (y claro que importa) se abandonan personajes importantes y ya no vuelven nunca más (la madre, la pareja, el manager...). Que sí, que comprendo que es una huída de ese personaje, pero no me cuadra, no tiene una lógica narrativa o yo no se la veo. Y esto me saca de la lectura, me hace pasar las páginas sin entusiasmo buscando retomar o toparme con algo o todo eso que vi en su primera parte. No sucede o a mí no me sucede y cierro el libro, terminada su lectura, con un amargo sabor y hasta un enfado que me recuerda que tengo un problema: no sé abandonar un libro cuando lo he avanzado hasta cierto punto.
Y conste, este autor tiene una prosa que sube la media de calidad. Pero yo no he logrado entender ese giro que empieza en la segunda parte o no he conseguido conectar con él. Me reitero. En fin.
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