(Primera temporada, 6 episodios)
Todos merecemos una segunda oportunidad cuando la vida se nos pone del revés. Esta es la premisa de partida (o una de ellas, pues se le pueden poner varias y todas pertinentes e igual de importantes). Nos la venden como la “nueva Fleabag” y esto le hace justicia y no, porque ambas (que son maravillosas) sólo tienen en común la inteligencia de sus guiones y el tono de comedia negra o absurda. Y hay una actriz que aquí también escribe, produce y protagoniza.
Es una propuesta televisiva encantadora. Y lo es en el sentido más honorable del adjetivo “encantador”. Te partes el culo de la risa al mismo tiempo que estás sintiendo y pensando que cómo es posible que me ría de lo que me río. Porque detrás de ese tono irónico y de un humor negro (tan inglés como irreverente) se nos está radiografiando a una comunidad de vecinos cuyas cicatrices (que muy bien son las de todos nosotros) escuecen y les hacen llevar vidas frustradas y, como poco, fallidas o rodeadas de fracaso y negaciones.
El gran tema que pulula alrededor de los otros es el de la reinserción tras pasar media vida en la cárcel. Al mismo tiempo, esa reinserción se llena de misterio pues el espectador no sabe qué ocurrió en realidad en el pasado, aunque todos en el pueblo hayan juzgado sin conocer del todo la verdad. Y esos juicios (en realidad, dañinos prejuicios) nos muestran que aunque la protagonista ha saldado cuentas con la ley, no lo ha hecho con la sociedad porque esta no la perdona. A partir de esto, una galería de personajes extraordinaria (inusitada también: ay, esa psicóloga adicta a la comida o ese jefe de un “Fish&chips” o esa vecina zumbada) girará alrededor de la protagonista mostrándonos una variopinta amalgama psicológica de seres, como poco, perturbados.
Lo mejor es el tono adoptado. Aunque detrás haya un drama morrocotudo, los guiones apuestan por disfrazar la fatalidad con un vestido reluciente de tragicomedia y esto aporta una ternura hacia todos los seres y situaciones que los guiones nos plantean. Es una serie adictiva que se bebe (sus capítulos no llegan a la media hora) y te da pena cuando se acaba. Aunque me acabo de enterar de que ya hay firmada una segunda temporada y, por tanto, estamos de enhorabuena. Yo quiero más.
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