“CAZA DE BRUJAS” (EE.UU., 2025), de Luca Guadagnino
- salva-robles
- hace 10 horas
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Pese a que parece tener buenas intenciones (y lo de parece lo digo con buen propósito, aunque también con ironía: me gusta contradecirme cuando veo películas como esta que son tan discordantes), la película acaba siendo un quiero y no puedo un tanto farragoso y, sobre todo, repleto de petulancias, de postureo y de pretenciosidad y que se remata a sí misma mostrándose demasiado jactanciosa.
Guadagnino es un director al que le gusta provocar (y en ocasiones sus provocaciones le salen bien y son pertinentes porque hurgan donde deben y dejan poso en las conciencias de los espectadores), pero en este caso sus bravatas y desafíos van perdiendo consistencia a medida que avanza una película que partía de diatribas interesantes e importantes (la cultura de la cancelación, el me too), pero que se ahogan finalmente en unas situaciones que se muestran en la pantalla con un didactismo academicista demasiado lleno de clichés y con escasa profundidad y un mucho de obviedades varias.
No obstante, la veo siempre con cierto interés (aunque la banda sonora constante moleste demasiado y me haya sacado de quicio en muchos momentos): la intriga que se instala en el guion me interesa y la examino percibiendo cierto atractivo, aunque intentando en demasiados momentos enterarme un poco más porque me pierdo en sus detalles filosóficos fastidiosos y como colocados con pinzas. Además, los actores están estupendos con una Julia Roberts intensa, muy entregada y regalándonos una interpretación muy decente y hasta profunda (lástima que su personaje -no es culpa suya- esté dibujado de manera tan farolera y rumbosa). Y todos los intérpretes tienen personajes ambivalentes y ricos en ambigüedad, lo que hace que todo se perciba con más profundidad de la que luego hay en realidad.
En definitiva, una película que no es tan valiente como sus intenciones deseaban. De esas obras a priori muy interesantes (y de verdad que lo intenta ser), pero que son imprecisas y que dejan un enorme poso de insatisfacción en un espectador como yo que tenía muchas ganas de verla.
Como dato curioso, señalar los títulos de crédito del principio y del final de la película: imitan con intención (sea la que sea que tenga Guadagnino) los reconocibles créditos de todas las películas de Woody Allen. Ahí lo dejo. O ahí lo deja el director.
Se puede ver en Prime.
CALIFICACIÓN: 6/10




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