Qué montón de buen cine estoy viendo este verano:
“SCARLET” (Francia, 2022), de Pietro Marcello
Contada como si fuera un cuento, esta película irradia belleza por todas sus esquinas: una fotografía hermosa, un diseño de producción perfecto y una mixtura entre realidad y fantasía que dan a la historia una humanidad sencilla y que, al mismo tiempo, sabe radiografiar la violencia y brusquedad de nosotros como seres sociales. Y, finalmente, hay un sutil e inteligentísimo matiz feminista contado con vitalismo y esa belleza primigenia que el cine digital ha perdido y que aquí se recupera.
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“THE QUIET GIRL” (Irlanda, 2022), de Colm Bairéad
Es una película paciente y delicadísima a la hora de sumergirse en la vida de la pequeña protagonista. Plagada de silencios y elipsis elocuentes, conmueve sin sobrepasar jamás lo blandengue o la sensiblería, que la habrían convertido en la película tramposa y manipulativa que nunca llega a ser. Lo dramático siempre es mostrado con tanta sutileza y elegancia, que acaba siendo tan elocuente como lo que la protagonista sufre y no dice. Argumento, imagen y sonido ensanchan también a una historia de notable catarsis emocional.
CALIFICACIÓN: 8
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“LA GRAN JUVENTUD” (Francia, 2022), de Valeria Bruni Tedeschi
Es una película perfectamente imperfecta, plagada de momentos interesantísimos y explosivos gracias a unos actores desconocidos (en su mayor parte) que rezuman frescura y vitalismo. Falla muchas veces la puesta en escena y el guion necesitaba algunas capas de profundidad, pero, aún así, la película se deja ver. Es también muy interesante por cómo retrata el narcisismo, aunque todo acabe siendo tocado por la varita (desgraciada) de la simplicidad.
CALIFICACIÓN: 6
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"EL CONTADOR DE CARTAS" (EE.UU., 2021), de Paul Schrader
Es otra interesantísima, aunque no redonda, película de Schrader, que parece haber renacido de sus cenizas. Lo mejor aquí es cómo logra una acabadísima atmósfera inquietante, veraz, sobria y hasta emotiva en ciertos momentos. Y dentro vuelve a haber otro gran retrato existencial del hombre atormentado. Parsimoniosa, hermética, meditativa y seductora película con un gran Oscar Isaac.
CALIFICACIÓN: 7
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“TORI Y LOKITA” (Bélgica, 2022), de los Hermanos Dardenne
Si no conociéramos ya el cine de los Dardenne, esta película sería un puñetazo estomacal aún más grande de lo que es por sí misma y nos sorprendería muchísimo su aspereza, su crudeza y su tristeza. Pero, y esto no le resta importancia ni interés ni grandeza, este cine ya lo hemos visto otras veces y ya no nos coge por sorpresa. El estilo indiscutible está ahí, la crítica social también. Y luego está el ritmo vertiginoso que los directores dan a las escenas, que están tan bien hilvanadas como perfectamente pensadas y construidas para lograr lo que pretenden: ser cine devastador. No es de las mejores de los Dardenne, pero se queda muy cerca de sus obras maestras.
CALIFICACIÓN: 9
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“EL INOCENTE” (Francia, 2022), de Louis Garrel
Para entender la inteligencia de esta película aparentemente naif hay que pensarla después de verla. Dentro hay un juego magnético y magnífico (y muy divertido también) entre sus diferentes cambios de tono. En la película desfilan la comedia romántica, el drama familiar o el thriller de atracos. Y todo aparece con esa ligereza que muchas veces nos regala el cine francés cuando éste bucea en lo excéntrico, en la travesura y en el puro pasatiempo. Película sin ínfulas, tan entretenida como jovial. Y con un grupo de actores perfecto (todos).
CALIFICACIÓN: 7
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“MATRIA” (España, 2023), de Álvaro Gago Díaz
Cine social a los hermanos Dardenne, que van dejando su huella imperecedera en otras cinematografías. Aquí la película, con algún que otro altibajo, se sostiene gracias a la impresionante interpretación de María Vázquez (firme candidata al Goya a la Mejor Actriz del próximo año, si no favorita), una actriz que vive y siente su personaje y que logra que el espectador sienta compasión por ella (compasión de la buena, ésa que se entiende como contacto y comprensión del sufrimiento de otro ser y que es más intensa que la propia empatía, pues es una compenetración en el sufrimiento de los otros, junto al deseo de aliviar, reducir o eliminar por completo esa situación dolorosa). Y todo esto es la película: un puñetazo de realidad de esa gente invisible que se levanta cada mañana para ir a la fábrica (o a varias fábricas) por un sueldo miserable.
CALIFICACIÓN: 7´5
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“LA MUJER DE TCHAIKOVSKY” (Rusia, 2022), de Kirill Serebrennikov
Es una película mayúscula en muchos aspectos: su diseño de producción y su fotografía son portentosos, de altura, de los que crean escuela y logran arte maravilloso. Una película de un clasicismo y una elegancia visual estratosféricos. Muchos de los encuadres parecen cuadros del siglo XIX. Una gozada contemplar esta película. Y luego está su actriz protagonista, que traspasa el milagro y nos regala una interpretación soberbia. Luego, la película puede que no llegue a todo el público (a mí sí me ha llegado) por su aridez, por su extensión, por su dureza. Es una película que se columpia constantemente entre la hipocondría y la provocación social. Y que contiene dentro un tema espinoso para Vladímir Putin, el presidente ruso, que ha estado detrás para que esta película no se estrenase: la homosexualidad de una de las más eminentes figuras artísticas de su país.
CALIFICACIÓN: 9