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CINESALVATEKA VERANIEGA (2)




“METRO MANILA” (Reino Unido, 2013), de Sean Ellis.


Tenía ganas de verla tras haber oído críticas muy buenas de ella. Dos cosas para mí ambivalentes en las emociones que he percibido:

1ª) A los personajes les pasan TANTAS COSAS (tantísimas, y no diré de qué calibre para no dar pistas ni descubrir el argumento), que ha habido un momento en el que ha estado a punto de darme la risa. Y he pensado del protagonista: ¿Se puede ser más imbécil e inocente? Sobrecarga de situaciones. Con tres o cuatro bastaban para transmitir lo que se quiere transmitir. He sentido que se rizaba el rizo. (Algunos podrán decirme que la realidad supera a la ficción. Pues perfecto. Sin discusiones).

2ª) Lo mejor: creer que estás viendo un melodrama del copón (y la película lo es, claro) y, de manera muy inteligente por parte de un guion bien ensamblado, cuando te vienes a dar cuenta estás como espectador dentro de un thriller inquietante y de ritmos sincopados que logran crear inquietud y desasosiego.

Esto es lo que yo llamo siempre que se da: “película puñetazo”. Vale, sí. Pero puñetazos trillados en algunos momentos. Hay poesía en el manejo de la cámara y de los ritmos. Y la película crece al final cuando la acción da frescura al melodrama. Esa parte y esa mezcla de géneros me ha conquistado.

CALIFICACIÓN: 7


“HAVE A NICE DAY (QUE TENGA UN BUEN DÍA)” (China, 2017), de Liu Jian


Mezclemos referencias tarantinianas, personajes de los hermanos Coen y humor amarillo…y nos sale esta rareza estupenda de cine de animación. No se corta en mostrar esa China que las autoridades se empeñan en esconder, una China actual donde la corrupción es la primera moneda de cambio (de hecho, no me extrañaría averiguar que esta película haya sido prohibida entre los mandarines). Tampoco se corta en mostrar los recursos de los que parte como si todo fuera una construcción a base de homenajes. Y, finalmente, la película se autoabastece de una amalgama de géneros que termina siendo un atolondrado (en el buen sentido) neo-noir que es pura diversión para los que amamos un cine de animación alejado de los cánones hollywoodienses. Y te la tragas en 70 minutos de complacencia cinéfila.

CALIFICACIÓN: 9


“EN UN LUGAR SIN LEY” (EE.UU., 2013), de David Lowery.


De entrada, decir que acabo de ver una pequeña joya. Este director promete Y MUCHO. Narración que fusiona varios géneros. Un guion férreo que funciona absolutamente por todas las esquinas. Y hay una delicada y elegantísima belleza en los movimientos de cámara, en la fotografía, en la puesta en escena… David Lowery es un Terrence Malick sin ganas de irritar a las estructuras narrativas, un creador que quiere contar una historia potente y que se entienda, sin olvidarse de la delicadeza y de las emociones (cuánta ternura hay en los detalles). Es decir, un Malick sin dolores de entelequias.

La película retrata vidas románticas de las de verdad, aferradas a un destino innegociable inventado por los griegos y del que Shakespeare sabía mucho. No hay negocios que hacer, ni treguas o respiros que valgan para estos seres. Actores perfectos, inmejorables. Con una Rooney Mara que duele hasta el alma en su contención.

CALIFICACIÓN: 8,5


“MUSARAÑAS” (España, 2014), de Juanfer Andrés y Esteban Roel


Condiciones no le faltaban para ser una película inquietante, perturbadora y hasta muy interesante: una fotografía metafórica, una buena realización (se le notan las ganas a estos dos directores), una dirección artística cuidadísima (que todo transcurra en una casa le añadía un plus de claustrofobia a la situación que se plantea) y una actriz principal entregadísima (qué buena es Macarena Gómez, qué buena).

Pero falla lo principal: en el cine, una película debe contar una historia. La historia debe sustentarse bajo unos mínimos de coherencia interna y sus mecanismos narrativos no deben quedar “sólo” en lo que una actriz ofrece con su mirada (hay casos en los que sí es suficiente esto que comento, pero no es aquí el caso). Además, si lo que vas a contar ya lo han contado mil veces y exactamente de la misma manera, necesitas algo que lo haga distinto: un toque de magia, un giro argumental que no parezca rebuscado, aunque lo sea (la supuesta sorpresa que encierra el argumento de esta película está más trillado que el final de la serie "LOST (PERDIDOS)"), un estilo narrativo discordante o diferente… Algo que haga que el espectador no esté todo el rato pensando: “ya sé lo que va a pasar”. Pero ese “algo” no aparece en ningún momento. El guion se ajusta a los cánones establecidos por las películas anteriores que tuvieron la pretensión de contar lo mismo con la misma exactitud y coincidencia en la temática y en el género. Así que el fallo de esta casi interesante propuesta se ha quedado en una conjunción de clichés.

CALIFICACIÓN: 4

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