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"CRASHING" (miniserie, 6 episodios)



La ahora famosa y premiadísima (con toda justicia) Phoebe Waller-Bridge, ya parió en 2016 este producto que, como casi todos los suyos, están protagonizados y escritos por ella. Aquí también están (como en embrión) lo que luego ya parece una (magnífica y gratificante) marca de la casa: historias corales, diálogos irracionales y tan desternillantes como agudos, y una fantástica mezcla de comedia y drama.

En CRASHING realiza un análisis sobre los “millennials”. La creadora británica aporta su visión, que es mucho más fresca que los incontables análisis que se han hecho hasta entonces en otras series o películas, y nos regala un retrato variopinto sobre esos jóvenes a los que les hemos robado el futuro entre todos. Detrás de las carcajadas, se masca la tragedia de vivir y soportarlo. Los seis personajes principales sobreviven en el desencanto y de inventarse “un cadadía” con altas dosis de imaginación, pero también de falacia.

Lo mejor es la idea de “casi” encerrar a todos los personajes en un único espacio, que se convierte en simbólico (claro): un hospital clausurado a punto de ser demolido. Esa “cárcel” en la que habitan en comunidad es, al mismo tiempo, infierno y fiesta. Y allí dentro ocurren los encuentros y desencuentros, los amores y las desilusiones, los sueños y las ocultaciones. Un hospital fantasma para curar sus heridas internas, un espacio que será destruido como ese futuro que ni siquiera les espera.

Los personajes viven (“se beben” sería un verbo más adecuado) el presente; el pasado no les importa y el futuro no existe porque se lo han amputado. Todos aparecen descritos como caricaturas en las que lo esperpéntico y lo absurdo se dan la mano para desnudarlos como seres de carne y hueso que sufren y luchan por lo mismo de siempre (y que mueve el mundo): los sentimientos amorosos.

Se agradece (y mucho) esta nueva voz televisiva capaz de aportar una visión fresca y deliciosamente irónica sobre los eternos problemas del ser humano. Y se agradece porque aporta cinismo, gracia a espuertas, y porque nos regala capítulos desternillantes y repletos de ternura hacia sus criaturas, con una mirada diferente que aporta delicadeza y profundidad.

Esta mujer (Phoebe Waller-Bridge) es una artista muy grande y completa. Tiene voz y mundo propios y vomita inteligencia para reírse hasta de su sombra. Suyos son también la maravillosa FLEABAG y los guiones de otra delicia televisiva: KILLING EVE. Yo soy ya un fan incondicional. Y me pienso quedar con ella mucho tiempo, TODO EL TIEMPO que ella quiera.









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