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CUATRO PELÍCULAS ESPAÑOLAS QUE SÍ, PERO NO




“FELICES 140” (España, 2015), de Gracia Querejeta


Irregular película, cuyo giro en la media hora final engrandece algo que hasta el momento no se sabía muy bien para qué estaba siendo contado. Gracias a ese giro, la historia toma rumbos inesperados que sirven para diseccionar al ser humano en todas sus miserias. Así somos y así nos comportamos, nos guste o no reconocerlo.

Unos diálogos bien construidos y mejor acentuados por un reparto espectacular (con algún personaje pasado de rosca: el de la aspirante a actriz), una mezcla de géneros (drama, comedia costumbrista muy negra y hasta tragedia en estado puro) y guiños a “El ángel exterminador” o “Los amigos de Peter”, convierten esta película de Gracia Querejeta en una rareza de factura impecable, una apuesta distinta del cine español que no rompe taquillas pero te hace pasar un interesante rato a medida que vas pensando cuánta sabiduría hay dentro y que estaba siendo disfrazada para que lo explosivo de su parte final te pillara arriesgadamente desarmado.

CALIFICACIÓN: 6´75


“SIN RODEOS” (España, 2018), de Santiago Segura


El martirio cotidiano que acosa a la protagonista lo persigo con interés en algunos momentos, mientras que en otros el hastío me hace bostezar y mirar el reloj para ver cuánto queda. El ritmo, muy desigual, tampoco ayuda a que me concentre y me interese por los personajes (sobre todo la galería aburrida y megahiperarchiconocida de secundarios: personajes acartonados en esos clichés que acaban por no hacerme ni chispa de gracia. De hecho, algunos abochornan). Tampoco ayuda esa manía de muchos de nuestros actores: chillar (en lugar de declamar) los diálogos. Chillar no es hacer comedia, que se supone que es lo que se pretende.

Me quedo con una Maribel Verdú intentándolo. Y con un Santiago Segura (director) que se aleja del humor casposo de sus Torrentes (del que nada en contra tengo, conste), para jugar a hilar fino con las peripecias de una mujer que reivindica sus derechos. Y sí, también hay algo salvable (que se podría haber mejorado un poquito bastante con una escritura de guion más fina): en el fondo, todo es un retrato de lo mal que andamos de la perola. Y por ahí se percibía lo mejor de la función, que se asoma de vez en cuando, pero nunca acaba por aparecer del todo.

CALIFICACIÓN: 4,5


“INVISIBLES” (España, 2020), de Gracia Querejeta


Esta apuesta cinematográfica, de resultados agradables, acaba siendo un intento fallido que se importuna a sí misma por culpa de sus propias intenciones. A su favor está un trío de actrices formidable (que aquí tiran de experiencia para sortear los problemas de los diálogos infinitos que tienen que declamar y que, de impostados en muchas ocasiones, podrían resultar falsos con otras intérpretes menos curtidas que ellas) y unos temas pertinentes, reales y en los que cualquiera podría sentirse identificado, más las mujeres que para eso esta es una película que habla de ellas cuando superan ampliamente la barrera de los 40. También tiene a su favor la modestia en su construcción: es una película sencilla que no busca alardes imaginativos ni puesta en escena rocambolesca. Y los tres personajes son seres creíbles, entrañables, muy humanos.

Pero es una película de tesis, que pretende a toda costa demostrar en lugar de mostrar, que hubiera sido el recurso más adecuado para que su contenido llegara con más fuerza, porque, al final, esa tesis acaba siendo una losa, un esqueleto que se ve demasiado y que importuna a unas actrices enormes y a una credibilidad argumental que queda demasiado impostada.

Con todo, merece la pena verla. Es corta (no llega a los 85 minutos), sus intenciones sencillas se agradecen, da para debate interesante con los amigos si no la ves solo y, como ya he dicho, está protagonizada por tres actrices maravillosas a las que uno ha seguido desde el principio sus trayectorias impecables e interesantísimas.


CALIFICACIÓN: 6



"LIVE IS LIFE. LA GRAN AVENTURA" (España, 2021), de Dani de la Torre


Tengo mi opinión en dos versiones que dependen de si la veo con ojos de adulto o con la mirada de mis hijos.


CON LA MIRADA DE MIS HIJOS es una estupenda película de iniciación en la que sus protagonistas no son los mismos que empiezan la película y luego la terminan. La aventura que viven los inicia en el mundo de la vida adulta. Tiene buenas dosis de humor, el director dirige con un brío que nunca decae y logra una naturalidad maravillosa en los cinco actores protagonistas. Yo tuve en mi adolescencia una peli parecida, mis hijos ya tienen su "CUENTA CONMIGO" en su memoria cinéfila.


CON LA MIRADA DE ADULTO veo una película demasiado clichelada que se agarra a una serie de tópicos para buscar la empatía y, en algún momento, la lágrima fácil y, por tanto, es una peli tramposa; amable también, pero con sus buenas dosis embaucadoras y chantajistas. Alguno de los actores, pese a su naturalidad frente a la cámara, no vocaliza bien y los chistes pierden gracia por ello y alguna escena queda incomprensible.


En cualquier caso, es una película veraniega que fotografía con gracia una época (los años 80) y un espacio mítico y precioso (Galicia), y que nos regala 109 minutos de entretenimiento agradable.

CALIFICACIÓN: 5,5

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