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"NOS QUEDA LO MEJOR", de Isabel González
AÑO: 2022
PÁGINAS: 139
GÉNERO: relatos
Segundo libro que me leo de esta autora. El anterior fue la novela "MIL MAMÍFEROS CIEGOS", que me gustó bastante. Vuelve en estos relatos a cautivarme una prosa muy trabajada en su extravagancia y oralidad, en su manera de atrapar lo grotesco del ser humano y de la vida. También descubro ahora un humor satírico, repleto de ternura hacia las criaturas, que pulula entre la sátira y el optimismo (extraño este optimismo, por cierto, porque se puede interpretar desde su opuesto sin dejar de ser positivo. Bueno, yo me entiendo).
¿Quién no quiere hacer las cosas bien y estas no le salen como desea? ¿Quién no es patético una y mil veces en su vida? Aquí todo se cuenta a través de metáforas e imágenes acaudaladas y potentes, que nos regalan sabiduría en eso de describir nuestras cotidianidades, a la misma vez que reflexionan sobre los significados de nuestros comportamientos. Y siempre, detrás, la ternura como un magma que brota de forma muy particular.
Me gusta esta autora, me atrae su visceralidad en momentos puntuales, me divierten sus experimentos narrativos (no hay un solo relato que se parezca a los otros del libro, y, sin embargo, hay unas líneas temáticas que los engarzan).
Seguiré leyéndola, sin duda. Quiero más.
…
“LOS TURISTAS DESGANADOS”, de Katixa Agirre
AÑO: 2017
PÁGINAS: 198
GÉNERO: novela
Novela puzle. De piezas de muchas cosas: temáticas, estructurales, de personajes entrecruzados e historia que es una y al mismo tiempo varias. Pero no es una narración por ello complicada ni enrevesada. Para nada. Aunque esa mixtura dé como resultado lo que pudiera ser (para mí lo es) una novela malograda, incompleta. Deja mal sabor de boca, aunque dentro hay cosas muy buenas en embrión y fragmentos de una prosa en estado de gracia. Esa intención de construir una novela posmoderna no cuaja del todo.
En pocas páginas, se habla de la culpa y de los herederos de esa culpa (aquí entra el conflicto vasco como tema casi principal), se habla de la actitud ante los problemas, se narra una historia de amor con el ritmo de una road movie (“road novel” habría que decir, creo) y hasta se habla del compositor Benjamin Britten, del que la protagonista realiza su tesis. Por separado podrían ser relatos independientes que cuando se unen forman una especie de diario con bocetos esparcidos (a modo de confesión catártica o justificadora) de un personaje mucho más atrayente que toda esa mescolanza de cosas. Porque a mí me han interesado mucho más los personajes (y su mundo interior, que está esbozado y sugerido más que mostrado) que saber lo que les ocurre en el día a día (un viaje luminoso por un País Vasco actual que muy bien podría ser el espejo de varios símbolos universales). Me pasó esto con la protagonista y con todos los demás personajes (pareja, madre, novio de la madre, amiga de su pareja…).
Pese a todo lo que digo, me ha gustado leerla. En ningún momento he sentido hartazgo o esa sensación tan frecuente de leer algo vacío y sin sustancia. Percibo a una escritora potentísima (su prosa es buena, incluso muy buena a ratos) de futuro prometedor. Quizá cuando sepa unir mejor sus piezas y no las desparrame tanto.
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