top of page
  • salva-robles

DOS TRAMPOSAS PELÍCULAS ESPAÑOLAS EN LOS GOYA



“ADÚ” (España, 2020), de Salvador Calvo


El cartel de “Basada en una historia real” le viene grande y crea vergüenza ajena. “ADÚ” es una película milimétricamente pensada (lo que no quiere decir que lo logre) para hacer llorar y emocionar sí o sí al espectador cada tres minutos y medio. Pero el resultado es cine enlatado, previsible, manipulador y, por tanto, mentiroso. Una oda a la pornografía sentimental.

Hay dinero detrás y se nota en su acabado cuasi perfecto. Pero todo en ella es inane o está vacío por culpa de ese empecinamiento de convertirlo todo en “Cine ONG” y en obligar al espectador a sentir sus culpas y a abrir su conciencia social (que no está mal que el espectador bucee dentro de sí mismo al ver una obra artística, pero, por favor, que la cosa venga presentada por la sutileza y no por la frivolidad disfrazada de postal colorista).

Y lo más gracioso de todo es que este cine (como la mayoría del cine americano y que el español está copiando cada vez más) cuela y se convierte en un éxito rotundo. Pues vale. Pero a mí que no me la den con queso, por favor.


“NO MATARÁS” (España, 2020), de David Victori


Bajo la carcasa de “cine de diseño y con ínfulas” y que imita (muy mal, por cierto) a Scorsese o Tarantino, esta película se ve sin disgusto porque su ritmo frenético (a veces insoportable y esto es un logro, no un defecto) acaba enganchando y uno quiere saber cómo va a salir del embrollo su protagonista. Pero su mayor defecto es, sin duda, el festín de inverosimilitudes e incoherencias acumuladas que logran que el viaje al infierno de Mario Casas produzca, finalmente, carcajadas por acumulación de desatinos.

Vale, Mario Casas parece que está bien. Pero sólo lo parece. Un ejemplo: el plano final que sostiene su mirada a la cámara. Un buen actor mantendría el gesto. Mario, no: él tiene que hacer un par de muecas y entonces el planazo (de plano morrocotudo) se estropea. Que no, Mario Casas. Que aunque no te quites la camiseta y hayas aprendido un poco mejor a vocalizar, te falta mucho entrenamiento para ser un grande. Y, oye, que lo mismo te dan un Goya por tus esfuerzos. Pues que lo disfrutes. Yo creo, sinceramente, que si eliges películas arriesgadas (que la cagan, pero lo intentan) como esta, vas por el buen camino.

Posdata: la película podría haber sido algo grande. Se vislumbran en el director un brío y un nervio que saben crear atmósfera (aunque sea en modo videoclip) y sentido del ritmo narrativo. Le falta un guion más creíble y con menos trampas. Y con un poquito de credibilidad, por favor.

24 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
Publicar: Blog2_Post
bottom of page