(Reino Unido, 2020)
Partamos del guion: nunca se ha contado como aquí se narra lo que hace el alzhéimer o la demencia (jamás se nombra en la película la enfermedad que padece el protagonista) con un ser humano. La escritura de esta película busca la delicadeza en el esclarecimiento de lo que ocurre en una mente con esta enfermedad y lo hace con una sutileza encomiable y hermosa. Y consigue emocionar sin manipular al espectador con vacuas estrategias: todo en ella destila veracidad y naturalismo sin obviar la crudeza. Hay siempre (y aquí entra también el trabajo de dirección) modestia en esta propuesta cinematográfica y se agradece la sencillez con la que se expresan todas las ideas.
Luego está también que el guion (que no obvia su esencia teatral) y el montaje de la película juegan con los géneros y, entonces, el drama inmenso que narra se convierte en un inquietante y sorprendente thriller. Esto descoloca (para bien) hasta que el espectador acaba comprendiendo qué es lo que se pretende con ese tono de suspense y la confusión (magníficamente orquestada) crea inquietud y desasosiego a raudales. Ese montaje, de etéreos movimientos de cámara por un casi único espacio (el apartamento), presenta una ejecución lúcida y sobresaliente. Un montaje que engrandece y mejora todo el entramado presentado.
Y, finalmente, esta hermosísima película tiene a dos de los mejores actores del planeta y lo que hacen aquí son dos de esas interpretaciones antológicas, de las que el espectador jamás se va a olvidar y que se merecen todos los premios del mundo. Si a Hopkins no le dan este año el Oscar será una de las más grandes injusticias de este premio. Qué inmenso actor ha sido siempre y qué actor más sublime es en esta ocasión. Aquí nos regala un completo, un regalazo excelso: es imposible no emocionarse ante lo que nos ofrece. Y qué portento de réplica le brinda Olivia Colman, a la altura de la inmensidad de su compañero. Ambos son pura belleza hecha cine, son pantalla propia y arte de crear aplastante.
Esto es la primera película de un director que promete, no lo olvidemos.
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