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EL SUEÑO DEL OTRO, de Juan Jacinto Muñoz Rengel



AÑO: 2013

PÁGINAS: 304

GÉNERO: novela


La sinopsis de esta novela nos señala que Xavier Arteaga es un profesor de instituto que cada noche sueña ser André Bodoc, un director de informativos y que André Bodoc es un director de informativos que cada noche sueña ser Xavier Arteaga, un profesor de instituto.

Esta narración es la novela del desasosiego. Un lector entregado (yo lo he sido), la vive y la lee con angustia. No sólo por la inquietud que la trama suscita (quién sueña a quién, qué es verdad y qué no), sino porque, además, hay en esta obra la plasmación –nada metafórica, sino desoladoramente real– de un mundo contemporáneo que anda perdido en la falsedad de una sociedad que tiende a mentir construyendo medias verdades y que procura, por todos los medios (nunca mejor dicho), fingir con variados ropajes sobre la realidad, que no sólo es inventada, sino que esa propia realidad inventada obliga a ser creída como irrefutable. Los mass media y su poder. El cuarto poder, ¿no?

Juan Jacinto Muñoz Rengel, escritor malagueño, vuelve a mostrar (tras su estupenda novela anterior: una obra irónica y una mordaz sátira de ¿las novelas policíacas?, titulada EL ASESINO HIPOCONDRÍACO) un dominio absoluto de los mecanismos narrativos. Sabe qué quiere contar y cómo quiere contarlo. Añadiendo a estas virtudes otra mayor: posee estilo y mundo propios. Parece que lleva a sus espaldas 50 novelas escritas, y sólo llevaba dos en el momento de la publicación de esta que comento.

EL SUEÑO DEL OTRO desconcierta en muchos momentos, tal es la combinación de asuntos que hay en ella. Pero ese desconcierto crea un hábito en el lector, y como tal hábito, se convierte en un enganche que lo lleva a querer indagar más y más. Necesidad de conocer y delectación voyerista, de la que no podemos librarnos. Y quien diga que no es voyeur, miente.

La desolación del mundo presentado te atrapa de forma extraña. Las descripciones de los suicidios (no digo nada sobre ellos, para no destripar), por ejemplo, son cine en estado puro: se te quedan grabadas como tatuajes perpetuos. Los personajes se convierten en tu propia angustia y los detestas y los amas a partes iguales y en cuya contradicción te sientes identificado. Hay brutalidad y violencia, sin que el autor tenga la necesidad de entrar en lo gótico y/o desagradable. Una violencia que, a poco que pongas conciencia, está a nuestro lado y en las calles cada día.

Desgraciadamente (entiéndase mi metáfora, por favor), esta es la novela del desasosiego: el mundo que habitamos está tan podrido, que nada ni nadie puede salvarlo. La caída es en picado. Y no hay escapatoria posible. Las pesadillas de los otros son también mis pesadillas. Y viceversa. Ciencia ficción que se convierte en realidad. Esto es “EL SUEÑO DEL OTRO”.

POSDATA: ¿La fiebre que he tenido estos días mientras la leía en la cama me ha hecho ver esta novela como un delirio? ¿O ha sido la propia novela delirante la que me ha provocado la fiebre? Juan Jacinto Muñoz Rengel tendrá que darme algunas explicaciones sobre este hecho concreto…



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