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"LA BÚSQUEDA DE INTERLOCUTOR", de Carmen Martín Gaite



“LA BÚSQUEDA DE INTERLOCUTOR”, de Carmen Martín Gaite

AÑO: 2000

PÁGINAS: 222

GÉNERO: artículos

 

“La literatura nos sirve de referencia continua, y nos permite asistir desde una especie de grato escondite a escenas representadas ante nuestros ojos fascinados y ansiosos, nos permite participar”.

 

Este libro es una recolección que hizo la propia autora y que son ensayos (muchos bajo la forma de artículos) que publicó por distintos sitios a lo largo de muchos años (en revistas, sobre todo). En este género, al final de su carrera, Martín Gaite alcanzó una maestría deslumbrante, aunque para muchos es una faceta desconocida de la escritora. La idea central en todos ellos es, como su propio título indica, esa necesidad humana de búsqueda de un oyente que nos haga caso, un interlocutor en el que mirarnos y que nos sirva de espejo.

Leerlo hoy, en plena época tecnológica donde caminamos con el cuello en ángulo hacia el suelo contando los megusta que los demás nos propician en las distintas redes por las que respiramos, parece una anacronía. Una anacronía porque hemos creído encontrar, por fin, a los interlocutores adecuados, los que nos hacen caso y nos “escuchan”, aunque sean completos desconocidos. ¡Qué falacia más descalabrada nos infligimos todos cada día! Pero no. El libro de Martín Gaite, aparte de muy bien escrito y rebosante de inteligencia -ambas cosas normales en ella-, es un libro con una vigencia y una fuerza deslumbrantes. Pongo de ejemplo una afirmación de la autora: “En pocos países como en el nuestro gustará tanto hablar y tan poco escuchar. La cuestión es deslumbrar por cuenta propia, protagonizar, se tenga algo que decir o no. Todos los españoles, más que ser oídos, quieren hablar sin que les interrumpan”. Ahí queda eso.

Al leer este libro, me ha venido a la cabeza que en las novelas de Martín Gaite (en todas, sin excepción) hay mínimo un personaje sediento por encontrar a otro que lo escuche. Luego es lógico que exista este libro, que confirma que la autora salmantina se pasó toda su vida profundizando y reflexionando sobre la búsqueda de un interlocutor. Y hoy, al acabar el libro, he sonreído. Le he sonreído a mi añorada y venerada Carmen Martín Gaite y le he susurrado, en sus mismas páginas, que sigo estando encantado de ser uno de esos interlocutores que ella tanto buscaba. Porque cada vez que abro un libro suyo y me pierdo extasiado en él no hago otra cosa que escucharla.

Qué placer leer a esta autora. En estos ensayos (de variada extensión y variados también en temas) vemos a esa estupenda observadora del ser humano que fue siempre Carmen Martín Gaite. Ella, que se dio cuenta -antes que muchos- del agresivo egoísmo y aislamiento de la sociedad contemporánea, buscaba cobijo en las palabras y una manera de comprender el mundo, pero lo hizo desde una posición en la que sobraban los catequismos moralizantes y las enseñanzas huecas o pretensiosas. De esta manera, en estos ensayos nos habla de libros (en forma de reseñas muy particulares y únicas), de amigos (como es el caso de Ignacio Aldecoa), de cómo la cultura ejerce una función social, del feminismo…En definitiva, este libro recoge una muestra maravillosa del pensamiento de una autora fundamental en la literatura española de posguerra.

Eterna Martín Gaite. Siempre a mi lado, conmigo, cerquita y en mi biblioteca donde, de vez en cuando, necesito sacar un tomo, cualquiera, para leerla (escucharla) de nuevo. Qué años más hermosos tuve como lector cuando la descubrí, qué recuerdos tan vívidos tengo de su literatura, que se me instaló en los adentros con esa fuerza descomunal (y que sólo unos pocos han logrado) que no tiene nombre ni justificación (no sabría explicarlo con palabras), pero sí una magia infinita.

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