AÑO: 1960
PÁGINAS: 94
GÉNERO: teatro
En los años 60, en plena dictadura franquista, el teatro español que subsistía era el puramente comercial y los autores escribían bajo la estrecha vigilancia de la dictadura. Escritores de la talla de Buero Vallejo o Alfonso Sastre intentaban imponer (y sus geniales obras son milagros que supieron sortear y sobrevivir a los impedimentos), en lo que hoy se llama TEATRO SOCIAL (iniciado en la década de los 50), un lenguaje teatral que hablara de la realidad española presente.
Lauro Olmo sería un alumno aventajado de esos escritores que menciono y, quizá, uno de los más injustamente menospreciados por la crítica. Su teatro, valiente y descarnado, crítico y lúcido con la realidad, es un ejemplo maravilloso de “teatro para el pueblo” en el que supo mezclar realismo social y alegoría, sin olvidar lo esperpéntico y hasta lo grotesco. En “LA CAMISA”, para mí su obra más redonda de todas las que me he leído, destacan su habilidad en el uso del habla popular madrileña y el protagonismo que da al “ambiente” que rodea a los personajes, que, finalmente, termina siendo el auténtico protagonista.
Es una obra desgarradora que habla sin tapujos de la pobreza, la emigración y el desarraigo; que habla con valentía de los deseos reprimidos por culpa de la dictadura. Que se atreve a poner personajes femeninos (mujeres que sufren el machismo) a la altura de los de García Lorca. Y como el genial escritor granadino, hay elementos simbólicos (la propia camisa del título, por poner sólo un ejemplo) de gran altura que terminan convirtiéndose en elementos de alto contenido existencial.
Obviamente, fue una obra que no se estrenó (por cautela de los empresarios y por miedo, claro está) en escenarios importantes y su difusión fue minoritaria. La he leído en clase con mis alumnos y esa emoción que sentí cuando la leí a solas por primera vez la he visto en la interpretación que ellos han llevado a cabo al leerla en voz alta en el aula. Y al acabarla, aplaudieron espontáneamente. Eso, a mí, me dice muchas cosas.
Posdata: de la obra "EL CUARTO PODER" que viene conjunta en la edición de Cátedra hablaremos otro día.
A mí me encanta el título de otra obra de Olmo: La pechuga de la sardina. Muy moderna, por cierto, centrada en el mundo femenino, en 1963.