“LA FIESTA”, de Tessa Hadley
- salva-robles
- hace 4 horas
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“LA FIESTA”, de Tessa Hadley
AÑO: 2024
PÁGINAS: 101
GÉNERO: nouvelle
A caballo entre la novela y el cuento (de hecho, es su novela más corta hasta la fecha de entre las publicadas aquí), Tessa Hadley juega a ser una maestra de la narración breve y su estilo brinca entre la economía y la intensidad, para dejarnos una historia repleta de múltiples capas e interpretaciones, tal es la riqueza temática que cabalga entre aprehender lo cotidiano y atrapar lo trascendental de esa etapa de la vida que es el paso de la juventud hacia la edad adulta. Todo es sutileza aquí dentro, lo que acaba convirtiendo el argumento en un buen artefacto narrativo sobrecargado de astucia y agudezas varias. Menos es más, sería la mejor premisa para describir esta nouvelle.
Hadley vuelve a regalarnos una historia de fácil lectura que no evita las profundidades, pues bajo esa supuesta superficie de naturalidad se esconden asuntos que pululan sin efectismo alguno, pero con una fuerza que se agarra a la perspicacia con tremenda energía para radiografiar (como pocos escritores) la clase media inglesa. Aquí tenemos a dos hermanas protagonistas y detrás de ellas un padre y una madre y unos amigos/conocidos que suman para traernos un retrato poderoso (en su solo aparente simpleza) de un grupo humano que deambula (o sobrevive) entre la flema británica y las cuestiones que nos importan en la supervivencia.
La elegantísima prosa de Hadley sitúa a sus dos protagonistas en el umbral de la adultez y es la mirada que pone la escritora lo que más llama la atención: deja ser a sus personajes, los acompaña mientras los contempla dialogando o moviéndose en la cotidianidad más estándar y, sin embargo, siempre están latentes el estallido, las ambigüedades, cuestiones inquietantes sobre la autonomía personal y el destino. Así, las dos hermanas protagonistas, sin saberlo con conciencia, aunque experimentando todo el tiempo, sobreviven tras la fachada de las apariencias o simulaciones, mientras la vida las asalta con las cuestiones inevitables con las que el mundo corriente las amedrenta o las asusta y maravilla. Tras las decisiones que toman o los acontecimientos que advierten, la novela parece estar preguntándoles todo el rato: ¿quiénes os gustaría ser, pero, sobre todo, quiénes no queréis ser?
El final es demoledoramente ambiguo, desconcertante y brutal. Se plantea una cuestión que yo nunca había visto en un libro (ni siquiera en una película) y que reconstruye a los personajes y al lector en diatribas inesperadas y muy potentes. Gran final, sí señor. Y gran pequeña novela. Esta autora crece, obra a obra, con pasos de gigante. Y a mí cada vez me gusta más.
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