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  • salva-robles

"LA VIDA A RATOS", de Juan José Millás



Año: 2019

Páginas: 477

Género: novela


Millás (el mejor Millás) vuelve a dinamitar los géneros. Esta novela es un diario. O un diario que se disfraza de novela. Cualquier párrafo de cualquier página lo extraemos del libro y fanáticos como yo de este escritor lo reconoceríamos como suyo, sin lugar a dudas. Es decir, esta novela es puro y esencial Millás. Un tsunami millasiano en su obra más extensa hasta la fecha.

Aquí, el narrador en 1ª persona (que se llama, ¡oh, casualidad!, Juan José Millás), nos cuenta más de tres años de su vida (194 semanas) en las que la rutina (escribir, leer, taller de escritura, psicoanalista, paseos, amigos…) se convierten en un incesante círculo de neurosis e hipocondrías, de pensamientos o diálogos con uno mismo que acaban por estallar en un mosaico espectacular de humor esperpéntico y surrealista (la carcajada es inevitable en cada página). La imaginación portentosa de un Millás puro y en estado de gracia: un escritor sublime en otra de sus cúspides.

Pero, ¿qué hay detrás de todo eso que ya conocemos sus lectores fieles? Abrir un libro de Millás es como subirte al cuadrilátero para participar en un combate de boxeo donde tú, como lector, serás el que recibas la paliza descomunal: dentro de las páginas lo estrambótico no es sino el espejo (deformado y delirante, pero espejo) de la realidad extravagante, ridícula y peligrosa que protagonizamos. Esa realidad que parece distópica, pero en la que lo distópico ya ha pasado a ser real. Vivimos en el absurdo y lo extraño (lo que hace un tiempo nos lo parecía) sucede con absoluta normalidad. Y el protagonista (inmenso protagonista el de esta novela, la más delirante criatura literaria de Millás, pero también la más descarnadamente humana), vive una vida anodina que, cada dos por tres, le estalla y lo deslumbra, mostrándole esas esquinas o recovecos que no queremos mirar, pero que interpretamos en 1ª persona, aunque no queramos reconocerlo. Ese Millás personaje es el estúpido en el que todos nos estamos convirtiendo, el imbécil al que le estamos dando permiso para que nos controle. Y lo peor: es el idiota que elegimos para que nos fiscalice la vida que derramamos y desperdiciamos.

La autoficción, la literatura del yo, está de moda. Vale. Millás se sube al carro y…¡construye, edifica e inventa su parodia! Aquí, en estado puro, porque “LA VIDA A RATOS” es eso: la parodia cervantina del siglo XXI. Alucinante.

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