top of page
salva-robles

“LECCIONES”, de Ian McEwan

Actualizado: 23 sept 2023


AÑO: 2022

PÁGINAS: 579

GÉNERO: novela


No sé si es la novela más extensa de McEwan (yo diría que sí), pero desde luego se nota que es la más ambiciosa por cómo marcan los dilatadísimos hechos históricos del siglo XX y XXI las vicisitudes de los personajes, en especial a su espléndido protagonista, un tal Roland Baines, que es una de esas criaturas literarias que se convierten desde su publicación en inolvidables seres de ficción.

Hay en “LECCIONES” una madurez narrativa que la atestiguan varios detalles importantes: el tono encontrado, la forma utilizada, la estructura temporal y un manantial expresivo que no son sino la suma de experiencia y conocimiento que un Ian McEwan en estado de gracia distinguida ha ido atesorando a lo largo de toda una vida, no sólo literaria, sino también personal. Hombre y escritor han madurado para seducirnos con una mirada observadora, tan honda como compasiva y generosa. El resultado final es una novela que, aunque tenga como telón de fondo los hechos históricos más relevantes para la humanidad en los últimos casi 80 años, retrata la intimidad del ser humano con un talento reflexivo, conmovedor y profundamente ético.

Dos hechos marcan la vida del protagonista. Uno en la adolescencia y otro a los pocos meses de ser padre. Sobre ambos se construye (con un entramado temporal que juega constantemente con los tiempos de una forma natural y, al mismo tiempo, ejerciendo un imperio narrativo de fractura inquebrantable y decidida) una trama novelística que se ensancha a base de temas y circunstancias que, en realidad, hablan casi de una sola cosa: ¿justifican esas dos experiencias concretas los daños causados en la trayectoria vital de un ser humano?

La crisis de Suez, los misiles de Cuba, la caída del Muro de Berlín, Chernóbil, el Brexit y la pandemia…, sirven, también, al autor para confrontar un retrato demoledor sobre nuestros miserables desatinos como especie; sin embargo, esas circunstancias externas no despistan al escritor para profundizar en lo que realmente le interesa: el ser humano es una criatura que se mueve siempre entre fragilidades y desbarajustes, entre las miserias familiares y las ambigüedades emocionales, entre los traumas y las decisiones vitales importantes. Hay en esta novela un recorrido sensitivo de su protagonista que sirve a McEwan para representar las oquedades del ser humano cuando trata de dar sentido a su existencia dentro de un mundo inconstante, caprichoso, versátil y siempre perturbador, asombroso y/o demasiado confuso.

El autor británico nos regala la honda visión de un artista apegado a lo terrenal que utiliza a su protagonista y a una vastísima galería de secundarios (todos tan sugestivos, turbios y enigmáticos o variopintos: ¿qué ser humano no lo es?) para realizar un retrato -descomunal- de las estaciones de la vida. Así, su protagonista es desnudado en todas sus etapas vitales y éste alcanza un efecto alegórico de primer orden. Por esto mismo, McEwan logra que el lector sienta cercanía y perciba autorretrato por las emociones y tomas de conciencia que le salpican desde las páginas. Todos podríamos ser Roland Baines. También este personaje (y la novela, al mismo tiempo) se hace preguntas, para las que el autor nos regala algunas respuestas que nos cogen desprevenidos, sin que la narración abandone jamás lo reflexivo y, al mismo tiempo, lo revelador.

Sumemos lecciones, secretos, la memoria como construcción embustera o ambigua y las circunstancias históricas que moldean las vidas y tendremos como resultado una novela ambiciosísima, tan elegante como codiciosamente bien escrita. Una novela de desprendida madurez artística con la que McEwan nos obsequia con toneladas de agitaciones sensoriales y conmovedoras y, por si fuera poco, con una clase magistral sobre cómo se construye una novela imponente en las manos de un MAESTRO (así, en mayúsculas).

111 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


Publicar: Blog2_Post
bottom of page