1.- “ALICE IN BORDERLAND” (temporada dos, 8 episodios)
Segunda temporada de esta premisa distópica de ritmo endiablado, peleas y tiros a tutiplén y personajes perseguidos por la fatalidad de manera tan exagerada como irreverente. El diseño de producción es espectacular y es lo que más atrae de la premisa. También nos ha gustado en casa por lo que tiene de mezcla de géneros. A veces, la acción se ralentiza demasiado y poco nos importan los diálogos quejicas de los personajes. Aquí lo que gusta es, precisamente, verlos en acción y comprobar hasta dónde llegan los torturadores.
2.- “BROKER” (Corea del Sur, 2022), de Hirokazu Kore-eda
Otra deliciosa película de Kore-eda, uno de los directores más potentes ahora mismo en el panorama internacional. Esta no es su mejor película, pero es una notable aproximación al tema de la compra-venta de niños. El director hace un retrato humano de los monstruos que se supone que hay detrás de esta lacra. Es una película de grandes momentos, que destila en mitad de la tragedia un humor inteligente (por momentos, tierno también) y una solvencia dramática de primer orden. Lo alucinante de este director es cómo cuenta muchísimas cosas en apenas dos horas de metraje. Y también destaco cómo trata a los personajes, siempre hay detrás una manera de retrato sin prejuicio y consigue ternura donde y en quien menos te lo esperas. Con formato velado de road movie, la película va sucediendo y emocionando en muchos tramos. Una pequeña delicatessen en la que la transparencia de lo narrado encubre trasfondos sobre el mundo de hoy y en el que la soledad de los personajes es quizá lo que más pesa sobre el prototipo de ser humano contemporáneo.
3.- “CLIFF WALKERS” (China, 2021), de Zhang Yimou
Yimou quiere homenajear al cicle clásico de espías y logra una película en la que su envoltorio destaca muy por encima de un guion farragoso en el que te pierdes como espectador todo el rato. Pese a esto, uno la ve engatusado por su diseño de producción, a la altura de grandes películas. Hay oficio detrás de la cámara, pero la historia no está cuidada y el laberinto llega a ser demasiado oscuro e impenetrable. Todavía estoy intentando comprender quién demonios era quién (y encima, yo a los orientales los veo a todos iguales físicamente hablando, así que todavía más enfangado estoy en dilucidar esa trama interesante sólo a ratos). Sigo echando de menos(muchísimo) al Yimou de sus primeras películas (todas grandiosas obras maestras). Pero este director se perdió por el camino del cine comercial. Una pena.
4.- “MASCOTAS (UN PASEO EN COMPAÑÍA)”, de Jiro Taniguchi
Sigo tras la pista de todo lo publicado en España del mangaka Taniguchi, gracias a que Jose Valenzuela me puso tras su pista y nunca le estaré lo bastante agradecido. Esta obra está compuesta por varias historias entrelazadas casi todas ellas. De nuevo, el autor nos muestra su exquisita y maravillosa sensibilidad a la hora de retratar pequeñas historias de personas anónimas (que podríamos ser cualquiera de nosotros). Taniguchi recoge como nadie los detalles que nos caracterizan en nuestro día a día. Y vuelve a tocar temas muy afines a su obra: amor por la naturaleza (representado en las mascotas que tienen los personajes), la importancia que tienen los recuerdos en nuestras vidas, el paso del tiempo…Todas las historias de este tomo parecen estar unidas por la calma y se vuelve a notar la precisión que Taniguchi utiliza en los datos que viven en cada viñeta, que son microtrozos de vida robados a la cotidianidad de unos personajes entrañables, cercanos, creíbles.
5.- “INDIGNO DE SER HUMANO”, de Junji Ito (versión manga de la novela de Osamu Dazai)
De esta novela gráfica haré una reseña aparte, pues me ha parecido una prodigiosa obra de arte y merece mención propia y apartado personal.
6.- “LOOK BACK”, de Tatsuki Fujimoto
Con un tono decididamente juvenil, la novela gráfica atrapa las vidas de dos personas. Lo hace con un tono en el que lo catártico parece inundarlo todo. Y lo logra hablando de temas como la creación artística, la rivalidad, la amistad, la pérdida, etc. Leerla en voz alta (y mirarla mientras la leíamos) con mis hijos ha sido una experiencia altamente satisfactoria.
Una auténtica belleza de novela gráfica, sin apenas texto. Todo está supeditado a la imagen en color y cada página es un conglomerado de arte pictórico y de perfección luminosa. La historia es de una tragedia brutal y nos habla de guerras, de seres humanos en su lucha por la supervivencia, de amistades y amores más grandes que la propia vida y, sobre todo, aquí dentro el lector se encuentra la descripción de un mundo que cada vez es más confuso e incoherente y en el que hay miles de situaciones que ponen a prueba al ser humano en su camino hacia la madurez.
8.- “NO TE LO PUEDO DECIR”, de Edako Mofumofu
Perteneciente al género “boys love”, esta novela gráfica juvenil cuenta la historia de amor homosexual entre dos chicos amigos desde siempre. Una bonita manera de acercarle a mis hijos una obra que habla sin tapujos y con normalidad absoluta de temas que todavía, por desgracia, escuecen en nuestra sociedad y que la intolerancia no acepta. Perfecta para adolescentes primerizos o niños que abandonan la infancia. A mis hijos les ha encantado.