Ha sido el año en el que más libros he leído (160). De las lecturas que elijo no son todas lecturas publicadas por primera vez en 2023, voy dando saltos como siempre en esto de leer, aunque sí es verdad que lo que más leo son novedades. No pretendo hacer un catálogo de nada ni influir a nadie, esto es un listado absolutamente subjetivo porque no hay acto más subjetivo que abrir un libro y tener la dicha de a ver qué me encuentro dentro de él. Yo leo por pasión y ternura hacia las palabras y hacia las historias, leo como necesidad alimenticia y para tratar de limpiarme el espíritu: leer es un acto de amor en mi vida.
No hablo de obras maestras (esto lo dicta el tiempo y también la propia subjetividad del tiempo), aunque quizá he percibido en cinco o seis libros de los que voy a mencionar esa cercanía a lo sublime, al milagro, a la maravilla. Los demás son libros que se quedan instalados en mi memoria y emociones vete tú a saber por qué, pero sí sé que leyéndolos sentí placer, alegría y respiraba más sano. Y sonreía en cada página y, sobre todo, al acabarlo y notarme la satisfacción de haber encontrado un buen libro que me llenaba los adentros.
Los pongo en orden alfabético:
1.- “CADILLAC RANCH”, de Antonio Tocornal
Por la capacidad narrativa de un autor de imaginación inagotable y cuya prosa siempre trabajada me regala literatura precisa y profunda.
2.- “DE TIGRES Y GACELAS”, de Ginés Sánchez
Me pone triste que uno de los mejores libros publicados este año en España haya pasado casi desapercibido. Es un thriller inmenso, de prosa pulida hasta la extenuación y donde trama y personajes ofrecen un retrato variopinto de este país sucio y empantanado.
3.- “EL CORDERO CARNÍVORO”, de Agustín Gómez Arcos
Me sorprendieron su argumento, así como sus personajes arrebatados y una prosa hilvanada por la mordedura, la crítica y la sensibilidad. Uno lee esta novela sintiendo todo el rato que hoy no dejarían publicar un libro así por culpa de ese retroceso que protagonizamos.
4.- “EL FINAL DE LA HISTORIA”, de Lydia Davis
Descubrir a esta autora ha sido uno de los grandes placeres de mi año lector. Su literatura es puntillosa, certera y ahonda en los sentimientos y emociones humanos con una inteligencia descomunal.
5.- “EL INSTITUTO TOPEKA”, de Ben Lerner
Adoro a los americanos cuando usan las dentelladas para autorretratarse y mostrar las heridas y fisuras del sueño estadounidense, esa falacia tan peligrosa como eficaz que llega siempre al resto del mundo como abusador imperialismo.
6.- “EL LIBRO VACÍO/LOS AÑOS FALSOS”, de Josefina Vicens
Otro de mis grandes descubrimientos del año. Veo en esta escritora a una narradora de una perfección extrañísima, que me atrapa no sólo por la singularidad con la que encara los temas, sino por la profundidad metafórica que alcanza a la hora de hablar del vacío existencial.
7.- “EN LA BOCA DEL LOBO”, de Elvira Lindo
Con forma de cuento clásico, su autora reinventa la nostalgia y coloca a un grupo extraordinario de personajes (nunca mejor dicho) “en la boca del lobo”, pues el lector los ve caminando y avanzando como a ciegas, pero dando pasos al fin y al cabo, que así es siempre nuestra supervivencia. Y logra una hermosísima pintura de la naturaleza humana, esa naturaleza ahogada en las rutinas y en los silencios.
8.- “HISTORIAS TARDÍAS”, de Stephen Dixon
Qué maravilla haberme encontrado y descubierto a este autor. Para mí un gigante. Un maestro en eso del realismo experimental que reinventa la autoficción para convertirla en obra de arte. Muy sinceramente, creo que es el autor que más me ha conmovido este año lector.
9.- “INDIGNO DE SER HUMANO”, de Junji Ito
Una novela gráfica basada en una de las obras más importantes de la literatura japonesa. He alucinado con esta versión y me he topado con un personaje central y una historia que desciende a los infiernos físicos y mentales de una persona con un tremendismo desolador y alucinatorio, que me dejaron noqueado hasta el punto de que me ha dado miedo leer la novela original. Aunque la leeré.
10.- “KUDRYAVKA (PERRA DE PELO RIZADO)”, de Xenia García
Hay historias que se te pegan a la piel de una manera milagrosa. El horror hecho literatura sensible e inteligente. La prosa de esta escritora es filigrana y lirismo a espuertas y logra una intensidad hermosísima.
11.- “LA EDUCACIÓN FÍSICA”, de Rosario Villajos
Porque esta novela va al grano, al meollo, a lo que importa y a destapar algo: LA VERDAD, así en mayúsculas. No hay panfleto ni demagogia, hay autenticidad, hay realidad y, por tanto, hay crudeza. De la que duele y lacera. Una escritora con voz poderosa.
12.- “LA ESTRELLA DE LA MAÑANA”, de Karl Ove Knausgård
Esta novela hechicera, nigromante, distópica, polivalente, caleidoscópica, arriesgadísima, megahiperreflexiva, ensayística, adictiva, híbrida, apocalíptica, enigmática, stephenkingneana, y muy ambiciosa es desde ya uno de los grandes libros de mi vida lectora. Qué noveloncio, oigan. De principio a fin.
13.- “LA HISTORIA DE LOS VERTEBRADOS”, de Mar García Puig
Por su valentía a la hora de desnudar al personaje central, una mujer con ansiedad posparto que hace un maravilloso viaje por sus heridas personales y, al mismo tiempo, nos regala un ensayo extraño pero muy alimenticio que hace un recorrido clarividente sobre luchas universales a través de la literatura y del arte en general.
14.- “LAS TEMPESTÁLIDAS”, de Gueorgui Gospodínov
Una maravilla. Una obra cumbre. Un portento narrativo. Un autor inmenso. Logra un noveloncio en el que lo fantástico, lo onírico y lo real se dan la mano para exponernos que lo personal y lo histórico se sostienen en nuestros cerebros más que en la realidad que tenemos afuera. Una distopía política, emocional y tan reflexiva como metafísica.
15.- “LECCIONES”, de Ian McEwan
La madurez narrativa de un autor extraordinario. Esta novela es la anexión del tono encontrado, de la forma utilizada y de un manantial expresivo que no son sino la suma de experiencia y conocimiento que un Ian McEwan en estado de gracia distinguida ha ido atesorando a lo largo de toda una vida, no sólo literaria, sino también personal. Hombre y escritor han madurado para seducirnos con una mirada observadora, tan honda como compasiva y generosa. El resultado final es una novela que, aunque tenga como telón de fondo los hechos históricos más relevantes para la humanidad en los últimos casi 80 años, retrata la intimidad del ser humano con un talento reflexivo, conmovedor y profundamente ético.
16.- “LITERATURA INFANTIL”, de Alejandro Zambra
Yo alucino cada vez más con este autor versátil, ecléctico y que reinventa los géneros y los mixtura con una elegancia y profundidad encomiables. Además, la ternura y la comicidad se dan la mano de una forma cada vez más adictiva para hablarnos de cotidianidades que nos afectan a todos.
17.- “LOS QUE ESCUCHAN”, de Diego Sánchez Aguilar
Otro portento narrativo, una novela total. Admiro todo dentro de esta narración, pero sobre todo me impresiona y emociona a raudales su profundidad y compromiso éticos con la realidad de este hoy tan abismalmente angustiado y herido.
18.- “MAGNÍFICA DESOLACIÓN”, de Javier Moreno
Admiro la ambición de este autor, que se muestra libro a libro con una sacudida como callada y que, sin embargo, va expandiéndose con cada nueva publicación. Aquí dentro hay cuatro nouvelles de gran energía y eficacia semánticas y donde los pequeños detalles se convierten en símbolos de nuestros movimientos introspectivos.
19.- “MAÑANA TENDREMOS OTROS NOMBRES”, de Patricio Pron
Siento especial predilección por las narraciones que radiografían las intimidades emocionales de la pareja. Y esta novela me ha regalado dos retratos humanos inmensos y una historia que hace una autopsia espléndida de esta sociedad neurótica en la que vivimos inmersos. Su penetrante psicología, su descripción de la alienación humana y su representación de cómo entendemos hoy los afectos me emocionaron hasta las trancas.
20.- “MAÑANA Y TARDE”, de Jon Fosse
El flamante premio Nobel está siento todo un descubrimiento para mí. Podría haber puesto cualquiera de las cuatro obras que me he leído suyas hasta ahora. Todavía no sé por qué me atrae tanto este autor, necesito explorarlo más, pero estoy teniendo con él las mismas extrañas percepciones que tuve con Coetzee: esa sensación de estar ante un gigante de la literatura.
21.- “PERRO FANTASMA”, de José Daniel Espejo
Poema a poema, libro a libro, este poeta inmenso se está ganando un lugar inmejorable en mi olimpo lector. Hace mucho tiempo que no me encontraba yo a un autor que se abriera en canal tanto como él. Sus versos son metralletas, cuchillos que penetran en nuestros instintos y emociones más directas. Y, sin embargo, detrás de todo estalla una ternura inconmensurable en esto de aceptar lo que nos rodea o lo que nos cae encima. Uf.
22.- “ROCK SPRINGS”, de Richard Ford
Otra colección de relatos inmensa. Otro autor que sabe como nadie desnudar a EE.UU. y su idiosincrasia. Los personajes son radiografiados en mitad de paisajes inhóspitos y fríos, que simbolizan esa América limítrofe, y por ahí mueven sus vidas a la deriva, sus fracasos, su alienación y esos sueños rotos que no lo parecen, porque para ellos vivir en la falacia es un estado cotidiano.
23.- “SOLO HUMO”, de Juan José Millás
El escritor que me cambió la vida como lector, sacó este año nueva novela. Si no existieran sus anteriores obras cumbres (tiene cuatro o cinco), esta sería hoy una de ellas. Lo que pasa es que a Millás ya nos lo sabemos y ya no nos sorprende. Pero esta novela tiene dentro mucha sabiduría y un amor inmenso hacia la narración tradicional, que Millás sabe dinamitar como nadie.
24.- “TODOS LOS POEMAS”, de Joan Margarit
Nunca había leído nada de Margarit y me topé con este tomo que recopila todos sus poemarios. Y me he encontrado a un poeta inmenso, universal, tremendo en eso de radiografiar nuestros instintos y emociones más naturales.
25.- “TREN NOCTURNO”, de Martin Amis
Otro gigante de la literatura. En esta novela corta nos ofrece otra muestra de su maestría. Con Martin Amis siempre te encuentras con novelas perfectas, con novelas que acaban siendo unas maravillosas sátiras que intentan confundir al lector y provocarlo, sacándolo de su zona de confort. Aquí se inventa un thriller sarcástico, punzante y venenoso.