Cuando hago estos listados tiro de emociones y sentimientos provocados al verlas, por tanto, es un listado absolutamente personal y subjetivo. Este año dos directores repiten y, además, son para mí dos descubrimientos deslumbrantes, pues no conocía su cine hasta ahora. En esta selección no meto los clásicos que he visto (por tercera, cuarta o quizás más de cinco veces) también este año. Si lo hiciera, mi lista de las 20 mejores películas tendría que ser de 50 o más (o un listado sólo de clásicos, que por ello son así: insuperables). Aquí os dejo mi selección (en riguroso orden alfabético) donde explico en una sola frase por qué están en mi lista:
1.- “1917” (USA, 2019), de Sam Mendes.
Por reinventar el lenguaje cinematográfico y la puesta en escena.
2.- “AMOUR FOU” (Austria, 2014), de Jessica Hausner
Por hacer anatomía tragicómica sobre el amor con una delicadeza fílmica que sobrecoge.
3.- “CLEO DE 5 A 7” (Francia, 1962), de Agnès Varda
Por su modernidad y por aportar recursos a esa Nouvelle Vague que tanto buen cine nos ha regalado.
4.- “EL REGRESO” (Rusia, 2003), de Andrey Zvyagintsev
Por convertir lo sombrío y la brutalidad en poesía cinematográfica.
5.- “LA PRIMERA NOCHE DE LA QUIETUD” (Italia, 1972), de Valerio Zurlini
Por retratar la melancolía como pocas veces y regalarnos a un Alain Delon inmenso. (Gracias, Natacha: tú sabes por qué te las doy).
6.- “LA VERDAD” (Francia, 2019), de Hirokazu Koreeda
Por ser un lúcido y hermoso retrato sobre el arte, el tiempo y la belleza y por juntar a dos actrices maravillosas cuya cámara las adora.
7.- “LA HIJA DE UN LADRÓN” (España, 2019), de Belén Funes
Por atrapar el dolor de la vida como pocas veces ha hecho el cine español y en la que lo que no se ve adquiere tanta o más importancia que lo que vemos.
8.- “LA TERCERA ESPOSA” (Vietnam, 2018), de Ashleigh Mayfair
Por atrapar la belleza sin escatimar sus sordideces.
9.- “I PUGNI IN TASCA (LAS MANOS EN LOS BOLSILLOS)” (Italia, 1965), de Marco Bellocchio
Por retratar a la burguesía como nunca he visto: es una película brutalmente incómoda y que te deja la boca abierta cada cinco minutos.
10.- “LITTLE JOE” (Austria, 2019), de Jessica Hausner
Por obligarnos a repensar esa felicidad autoimpuesta en la que vivimos hoy día.
11.- “LO QUE ARDE” (España, 2019), de Oliver Laxe
Por su exquisito trabajo de fotografía y por un trabajo de dirección tan personal y embriagador.
12.- “MOMMY” (Canadá, 2014), de Xavier Dolan
Por enojar sin que apenas se le note y por su mixtura deliciosa de música, imagen y fotografía.
13.- “RENAISSANCE” (RENACIMIENTO)” (Francia, 2006), de Christian Volckman
Por reinventar el cine negro en el cine de animación.
14.- “RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS” (Francia, 2019), de Céline Sciamma
Por ser pura belleza en todos y cada uno de sus rincones.
15.- “RICORDI? (¿RECUERDAS?)" (Italia, 2018), de Valerio Mieli
Por hacer más interesante el cómo que el qué se narra y, no obstante, contar, al mismo tiempo, una historia de amor tan turbadora.
16.- “SOBRE LO INFINITO” (Suecia, 2019), de Roy Andersson
Por reinventar el existencialismo en el cine y por regalarnos a un director único.
17.- “TEST” (Rusia, 2014), de Aleksandr Kott
Por lograr poesía sin que se oiga ni una sola palabra en toda la película y, de paso, regalarnos una historia de amor nunca contada así.
18.- “UN BLANCO, BLANCO DÍA” (Islandia, 2019), de Hlynur Palmason
Por ser un oscurísimo retrato (en mitad de paisajes nevados) sobre el dolor, la impotencia y la venganza, con un final devastador.
19.- “UNA PALOMA SE POSÓ A REFLEXIONAR SOBRE LA EXISTENCIA” (Suecia, 2014), de Roy Andersson
Por dotar de coherencia al absurdo (y por lo mismo que digo de su otra película aquí incluida).
20.- “VIDA OCULTA” (USA, 2019), de Terrence Malick
Por regalarnos el exceso en pura poesía cinematográfica y por convertir el cine en jadeo contemplativo.
Muy buenas propuestas. Algunas las tengo pendientes, pero las que sí he visto coincido totalmente