En orden alfabético:
1.- “ARCANE”
Porque es una obra de arte de la animación, más allá de que seas fan (no es mi caso) del vídeojuego. Y porque me atrae el mundo ficcional que retrata, una distopía futurista donde, al final, priman los sentimientos y las tragedias humanas. Verla con mi hijo fue una experiencia conjunta maravillosa.
2.- “BACK TO LIFE”
Porque la tragedia que cuenta está dosificada con un humor negro desternillante y rodeada de una galería de personajes secundarios inmejorable. Y cuando estalla la ternura, todavía es más profunda e hija de puta en sus incisivos meandros emocionales.
3.- “BRUJA ESCARLATA Y VISIÓN”
El mundo Marvel se ensancha gracias a esta serie que fusiona mundos televisivos con una gracia y una inteligencia muy gratificantes. Me da igual el argumento, lo genial es cómo lo cuenta.
4.- “DES”
El talento puesto al servicio de un actor que nos regala un personaje anodino y fascinante a partes iguales. U otra manera de descubrir que el mal tiene muchas caras.
5.- “DOPESICK, HISTORIA DE UNA ADICCIÓN”
Es tan americana como valiente. De esas series que atesoran dentro varios talentos y una clara intención: desnudar el sistema americano, criticarlo y denunciar de paso una realidad que suele taparse. Pero lo mejor está en la historia íntima de cada personaje central en una narración colectiva que relata muy bien varios años de una situación terrible y, lo peor de todo, cierta.
6.- “EL FERROCARRIL SUBTERRÁNEO”
Barry Jenkins es un director magnífico, con mundo propio y propia manera de mostrarlo. Es ya un género en sí mismo este director potentísimo en lo visual y que nos regala un crudísimo retrato sobre la esclavitud. La cámara de Jenkins es siempre poesía.
7.- “EN TERAPIA”
Adoro que una historia me permita ser un voyeur, un intruso en las vidas ajenas si estas vidas me radiografían a mí también. Lo mejor de todas sus temporadas es cómo busca en la intimidad de cada personaje los meandros que nos remueven por dentro y nos llevan a sobrevivir de la manera en la que lo logramos. Nos guste o no, todos somos carne de psiquiatra y a todos nos gusta ser escuchados porque, en realidad, todos estamos solos.
8.- “GANGS OF LONDON”
Es cruda y violenta. Y salvaje. Y no se corta en mostrar los intríngulis y los dramas de la mafia londinense. Pero siempre lo hace con elegancia, con una sutil coreografía de escenas inolvidables y de personajes que enganchan al espectador de manera irremediable.
9.- “MARE OF EASTTOWN”
Su guion me importa un bledo porque, además, cuenta una historia repleta de trucos y engañifas. Pero esta serie hay que verla sólo por el placer de contemplar a una Kate Winslet regalando al mundo una de esas interpretaciones estratosféricas e inolvidables, merecedora de un lugar en la cumbre del olimpo actoral. Qué actriz, madre de Dios.
10.- “SCENES FROM A MARRIAGE”
Lo que logran en cada escena sus dos actores protagonistas no debería pasar desapercibido. Ambos consiguen construir un preciso retrato de una pareja al borde siempre del cataclismo emocional y manipulativo. La tensión de un divorcio y sus consecuencias está en la mirada y en los gestos de dos actores inmensos. Y sólo por ello, esta apuesta televisiva merece la pena. Yo la gocé minuto a minuto.
11.- “SECRETOS DE UN MATRIMONIO”
Esto es Bergman. Palabras mayores. No necesitamos más para no perdérsela. Y luego, lo que hay dentro no puede ser más intenso y verdadero. La cámara no escatima a la hora de mostrar nuestras miserias y nuestros miedos.
12.- “SUCCESSION”
La tercera temporada confirma que es, sin duda alguna, la mejor serie ahora mismo en la vastísima parrilla televisiva. No hay mejores diálogos ni personajes mejor construidos. Los ricos son gilipollas y malvados, pero tienen su corazoncito. Y este corazoncito parece estar descrito por un Shakespeare redivivo.
13.- “THE WHITE LOTUS”
Que el ser humano vive en la disfuncionalidad más absoluta nadie lo duda ya hoy día, ¿no? ¿O todavía hay alguno que se resiste a comprender y aceptar esto? Esta serie es una perfecta muestra de por dónde vamos y nos lo enseña de manera divertida, con mucha bilis y pesimismo, pero también con subtramas riquísimas que incomodan en su patetismo y en su prodigiosa parodia de lo que sentimos y percibimos, más allá de que sea real o inventado por nuestros egos.
14.- “TIME”
Es una miniserie que atesora dentro varios regalos: interpretaciones brillantes, retrato oscuro y magnifico de un sistema (el carcelario), y una narración apasionante y cautivadora que juega con diversas líneas y donde la humanidad lo acaba impregnando todo.
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