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salva-robles

“MR. & MRS. SMITH” (temporada uno, 8 episodios)


 


 

Cuando busco una serie, busco (principalmente) distracción y entretenimiento. Si, además, me remueve y sacude la mochila emocional que llevo a la espalda o toca temas que a mí me atraen, obsesionan, preocupan, conquistan o arrebatan, pues mucho mejor. Pero busco, ya digo, regocijo, alegría y pasatiempo. Quiero pasar un buen rato en cada episodio y que la serie logre desconectarme de las cotidianidades repetitivas o de los dramas vitales y hasta de los sinsabores laborales. Imagino que como a todo el mundo, por supuesto.

No todas las series lo consiguen. Esta que comento, lo ha logrado (y con creces). He visto los capítulos sonriendo, feliz, endiabladamente distraído y celebrándolos con gusto enorme.

Dicen los peritos analistas cursis (y sin mucho vocabulario) que en el relato ya está todo inventado. Y lo dicen como si el ser humano hubiera perdido su capacidad de innovación o invención. Bueno, pues a lo mejor es verdad (he dicho a lo mejor, conste) y entonces lo que buscamos es que nos receten la comida de siempre con condimentos nuevos o inusitados. Que nos sirvan el huevo frito con salchichas de toda la vida con un algo que al saborearlos nos parezcan distintos.

Creo que esta apuesta televisiva tiene algo (y mucho) de eso. Para empezar, es un remake de la película que me negué a ver en su momento (y así hasta hoy) y que creó el conocido nacimiento del tándem “Brangelina” (hoy ya divorciados, qué le vamos a hacer). Pero en aquella peli, que la crítica defenestró, había una premisa a la que la serie que comento le da la vuelta: si allí los protagonistas son un matrimonio que descubren después de casarse que ambos son espías, aquí, ahora, son espías que tienen que fingir que son un matrimonio.  Los guionistas del ahora ya le han dado la vuelta a la cosa que copiaban. A ello vamos a sumar un poco de Bergman (sí, sí, no me corto en afirmar esto) y sus “ESCENAS DE UN MATRIMONIO”, un poco de acción (bastante dosificada y sin atosigar, oigan, pero muy bien rodadas esas escenas y con sus buenas dosis de suspense a lo James Bond), un poco bastante de comedia en mitad de los dramas y un poco mucho, también, de reflexiones sobre las relaciones interpersonales y la institución del matrimonio. ¿Y cuál es el resultado de todo este extraño -y no me neguéis que interesante y hasta ingenioso- mejunje?

Pues una serie original, bastante curiosa, que a mí me ha encantado ver. Los creadores, que podrían haber tirado por lo cómodo y trillado, apuestan por lo sutil y ensimismado y nos regalan una serie tan placentera como irresistible y romántica y, por si fuera poco, bastante paradójica y excéntrica. Y que acaba siendo una impagable reflexión (muy meditativa) sobre la pareja

   Los guiones son ágiles, los diálogos tienen tanta chispa como mala leche (el tono screwball comedy es innegable) y la puesta en escena es una constante búsqueda (con hallazgos preciosistas) de atrevimiento creativo. Al final, todo se perfila como en los bordes del cataclismo, pero nunca cae hacia el lado de lo superfluo y banal. De hecho, la serie juega mucho con la imbecilidad y la tontería, pero lo hace como recurso metafórico para mofarse de todo ese cine de acción donde los espías son (como Bond, por ejemplo) seres inalcanzables y perfectos. Aquí los espías lloran y se tiran pedos y les duelen las heridas y hasta la cagan cada dos por tres en las misiones que les encargan.

Y todo, por suerte, funciona mejor gracias a la pareja de actores protagonistas, cuya química es tan apabullante como simpática y estupenda.

Posdata: dos datos más. El capítulo de la terapia de pareja es antológico. El último episodio (que por su final abierto parece que nos aclara que habrá otra temporada) es quizás el más banal e idiota, y aún así lo veo necesario ya que funciona como eclosión final de todo lo que ha estado latente hasta ese momento. Que se peguen tiros por doquier y destrocen la casa (tantas veces visto, snif snif, en ese plan de “LA GUERRA DE LOS ROSE”, otra buena referencia, por cierto) no quita que la serie me haya parecido maravillosa, divertida, puro entretenimiento. Y yo, FELIZ por ello. Ea.

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2 Comments


Xavier González Rovira
Xavier González Rovira
May 08

Dudaba, ya no. Pero harías bien en ver la peli original. En serio.

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salva-robles
May 08
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La veré. Brad Pitt me cae bien. 😉

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