“SOLO HUMO”, de Juan José Millás
Páginas: 180
Año: 2023
Género: novela
Dicen de algunos escritores que siempre escriben el mismo libro. ¿Es Millás uno de ellos? He leído toda su producción narrativa (novelas, relatos, artículos, ensayos…) y la he leído incluso varias veces en el caso de muchos de sus libros. Y es verdad que sé reconocer su estilo, su idiosincrasia narrativa, sus preocupaciones estilísticas o temáticas. Veo muchos de sus personajes transitar por situaciones similares, parejas, equivalentes. Y noto siempre esa tendencia especular de muchos de sus mejores textos. ¿Convierte esto a un autor en alguien que se copia a sí mismo? ¿O podríamos hablar de un escritor con mundo propio y que este mundo no es sino una manera muy suya de mirar el mundo real y de cuestionarlo constantemente? En cualquier caso, mis respuestas a esas cuestiones me llevan a seguir considerando (y me reafirmo en cada libro suyo que sale a la luz) a Juan José Millás como uno de los mejores escritores vivos. Y por ello lo disfruto, me deleito con sus historias, me enamoro de sus personajes, me fascinan sus retorcimientos argumentales, me divierte todo ese conjunto de historias dentro de historias en otras historias. Hay casi siempre una matrioska en sus argucias narrativas y sus páginas juegan a ser espejos de personajes que se miran a sí mismos o en los otros que hay dentro de ellos y que muchas veces tienen vidas que se empapan de otras vidas existentes o ya vividas o de vidas literaturizadas por otros.
La ausencia del padre, la literatura como frontera entre la realidad y la fantasía o como salvación y garantía de resguardo, los mundos posibles y escondidos dentro de la vida cotidiana, el doble, la frustración y el crimen como resolución de los conflictos ingobernables se dan la mano, de nuevo, en otra espléndida novela de Millás, esta vez titulada “SOLO HUMO”. Nadie como este autor para hablar de la realidad que se trastorna y descompone o de personajes que acomodan la vida a sus propias ambiciones o pretensiones y provocan, con ello, un sinsentido o contraste en situaciones azarosas que acaban empapándolo todo de una hiperrealidad fascinadora y tan sugestiva como hechicera y que los personajes perciben como el orden que necesitan para intentar ser felices o para creer que lo son. En este sentido, hablamos de personajes con abundancia de imaginación como metáfora de abundancia de realidad. Añadamos en “SOLO HUMO” los cuentos de los hermanos Grimm que sirven a los protagonistas millasianos para rizar el rizo de su imaginación o para conmutarse en enfermos de espejismo y utopía embaucadora, que no es sino una manera de poder respirar mejor la realidad insoportable.
Nadie como Millás para caminar por la realidad y sus fronteras. Que la realidad es una alucinación delirante lo sabe él mejor que nadie y se atreve a demostrarlo en cada nueva publicación. Su última novela, publicada la semana pasada, parece exponer y demostrar que la literatura y ponerse a leerla son dos situaciones que parten de un engaño que produce deslumbramiento, pero también una suerte de diálogo: los libros nos hablan y nos enseñan a leernos a nosotros mismos, nos construyen. Por eso pone de protagonista a un joven de 18 años que, de pronto, descubre la literatura y cómo esta transforma poco a poco su vida, la modifica para siempre y el principio de la madurez de este chico comienza justo cuando los libros entran en su cotidianidad.
Y luego está la prosa de Juan José Millás. Sus frases son inimitables, nadie mima las palabras (cada palabra) como él ya que las desnuda hasta encontrar los más oscuros secretos que hay dentro de ellas. Nadie mira la realidad como él la mira, ni la describe de manera tan demoledora como él lo hace. Y, sin embargo, su fraseología es traslúcida, sencilla, liviana y hasta sutil; pero todo eso es apariencia, porque siempre hay detrás de su prosa llana y natural un torrente de pasadizos por donde la realidad estalla y queda desvestida, una realidad ordinaria y pasmosa, desconsolada y desoladora, en la que los personajes sobreviven y por la que deambulan intentando sostenerse en sus delirios.
No hay duda alguna, Millás sigue siendo un narrador maestro (y “SOLO HUMO” lo corrobora de manera gloriosa, pues podría convertirse en una de sus mejores novelas dentro de una trayectoria prolífica e importante). Bravo, Juanjo. Te adoro.