(temporada 1, 10 episodios)
No lo parece, pero lo es. A poco que le pongas paciencia te das cuenta de lo buena que es (los primeros capítulos no enganchan, pero poco a poco vas descubriendo las máscaras de los tremendos personajes y quieres seguir conociéndolos).
Tiene diálogos con muchas capas subterráneas, personajes no ya ambiguos, sino directamente mezquinos, amorales, enfermos de ambición y tan patéticos como sugerentes en retratar al ser humano. Los guiones parecen beber de e inspirarse en Shakespeare, en ese Shakespeare que supo como nadie quién era el hombre y cuáles sus esquizofrenias mentales. El Shakespeare que supo como ningún otro autor qué era el mundo y cómo nos movemos en él para buscar nuestro lugar construido a base de pisotear al prójimo y de conseguir el poder, esa cosa tan maligna e idiota (pero que tantos privilegios te da) que solo te lleva a la peor de las soledades, esa enfermedad que te coloca invariablemente en la autodestrucción.
Lo mejor es cómo te lo cuenta (guiones soberbios): narra un banquete de tragedias que no lo parecen con un sentido de comicidad altamente adictivo. La propia ridiculez en la que viven los personajes de la poderosa familia que lo protagoniza todo es su mayor logro: los ves moverse por la vida con la inconsciencia más cegata, amparados por un estatus que, en realidad, es su propia condena. Y todos con sus microhistorias a cuestas, pero con la misma ambición: obtener el trono, rapiñar todo lo máximo posible sin importar lo que pisoteas o a quién aplastas.
Es curiosa esta propuesta televisiva: coloca deambulando a Shakespeare por Wall Street y en lugar de caballeros con armadura, sus personajes visten de Armani. Consigue desnudar la industria de los medios de comunicación para convertirse en una gran serie de sátira política. Y crea una hermosa expectativa: los guionistas parecen guardar en la recámara mucho más, por lo que parece que tenemos producto maravilloso para rato. Y yo estoy deseando saber más de todos y cada uno de los fúnebres y trágicos personajes. Así que me pongo con la segunda temporada ya.