
Esta magnífica serie habla de una ciudad y de sus habitantes (que sobreviven alrededor de una máquina que sirve, en principio, para explorar los misterios del universo y del tiempo dentro de ellos). Sí es una serie de ciencia ficción pero que, por estilo y puesta en escena, no lo parece o no en el sentido que pensamos, por ejemplo, “STAR WARS”. Hay en ella una indagación sobre nuestras emociones y un retrato humano gigantescos, pues cada capítulo se fija en alguno (o algunos) de los habitantes de esa ciudad que sufren casi de las mismas cosas, pero y sobre todo, de soledad. Vemos a los personajes deambular en sus cotidianidades siempre en búsqueda de un algo que no logran atrapar y que se les escapa, como nos pasa a todos: la vida es una continua indagación que produce mucha melancolía. Poco a poco, el espectador se percata de que TODOS los personajes están interrelacionados de alguna manera (muchos de ellos, directamente), lo que enriquece al conjunto de una serie densa en profundidades y morosa en su planteamiento (esto es algo que podría echar para atrás a los impacientes; sin embargo, yo la he contemplado boquiabierto y profundamente emocionado).
Lo digo ya: una de las mejores series que he visto en mi vida. Tiene toda ella eso que me gusta: misterio, guion que bucea en profundidades que me atañen y preocupan, personajes con los que me identifico y, sobre todo, un minimalismo reflexivo que habla de mis inquietudes más insondables: el tiempo y lo que este hace con nosotros, la vida y sus misterios indescifrables, qué ocurre con los seres queridos que se marchan y, aún más importante para mí, qué fue de ese yo que he sido, qué queda en mi yo presente de esos otros yoes míos mientras asisto al fluido caminar que es la vida en pos de la muerte inevitable.
La familia, la soledad, los amigos, la gente que nos rodea o que pasa por nuestras vidas en determinados momentos y que nos deja una huella casi imperceptible pero importante (la pérdida, en definitiva) o los amores malogrados aparecen como temas que se entrelazan para hablar, sobre todo, de qué sentido tiene la fantasía cuando esta brota (sin dar lugar a explicaciones) en nuestras vidas. Todo narrado con una añoranza constante que se convierte en el verdadero estandarte de una apuesta televisiva que no se corta en reflejar la tristeza en sus variadas tonalidades y en hablar de los vínculos humanos. Aquí dentro la ciencia ficción es como la que utilizó Kubrick en su película inmortal: es decir, una ciencia ficción que habla sin explicar los hechos ya que lo que incumbe realmente es el recado y lo que experimenta con este el ser humano.
¿Necesitamos calor humano? Sí, más que nunca. Esta serie habla de esa necesidad, sin duda alguna. Y lo hace narrando historias diferentes en cada episodio (historias casi autoconclusivas, pero no, no tanto finalmente). Y pone como premisa la ciencia ficción, pero una ciencia ficción templada, tan calmosa como casi quieta, y tan reflexiva que acaba siendo profunda, mucho. Y a mí me llega esa profundidad hasta el punto de emocionarme en todos y cada uno de los ocho episodios. La metáfora, por cierto, se erige en insignia de los sentimientos y vivencias de los personajes.
Dicen (lo leí antes de verme la serie: soy de los que busca alicientes cuando no encuentra series que le atrapen y me informo antes de verlas) que esta serie pone argumento a las pinturas del artista y músico sueco Simon Stålenhag, que pinta a gente normal en escenarios extraños. Investigué y sí, no es que la serie se inspire en ese artista, es que literalmente lo copia (en el mejor de los sentidos). Una vez visionada la serie, busqué más cuadros del sueco y aún aluciné más. Un consejo: los que veáis la serie, consultad después por internet las obras de este artista.
En definitiva, “HISTORIAS DEL BUCLE” me ha fascinado de principio a fin y de una punta hasta la otra. La recordaré siempre como una de mis experiencias televisivas más impactantes. Una de las series más profundamente humanas y cercanas que yo he visto nunca. Me quedo con su tono, siempre tranquilo y pausado, que es una manera de que me calen aún más y mejor sus mensajes.
Posdata: se puede ver en Amazon Prime.
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