AÑO: 2021
PÁGINAS: 345
GÉNERO: novela
Para ser un debut literario, esta escritora apunta maneras. He llegado a él porque cada vez me gusta más acercarme a los libros que publica la editorial Gatopardo: no hay nada hasta ahora que no me haya gustado (incluso varios títulos me han deslumbrado). Vi la portada, leí la sinopsis y aposté sobre seguro gracias a quien la publica. Y aunque se le podrían poner algunos peros (situaciones reiteradas, sobre todo, que nada aportan y ralentizan el ritmo de la narración o la hacen pesada en alguna que otra ocasión -pocas, esto también es verdad-), esta escritora sabe de lo que habla y, sobre todo, sabe cómo quiere contarlo. Desde el título (que parece que lo dice todo), ya juega con los engaños: sí, son tres personajes protagonistas, pero ella elige a dos de los tres para que actúen como narradores alternos. Es decir, la visión de la historia de este trío nos llega a los lectores desde dos puntos de vista y nos obvia el del tercer vértice. Es una estrategia inteligente que otorga sigilo e incógnitas, como ocurre en la vida ya que todo nos llega parcelado. Y, sobre todo, conocemos la historia desde dos subjetividades bien distintas. Por si fuera poco, la trama empieza por el final y luego ocurre el flashback en un viaje hacia el pasado en el que conoceremos a August, Thora y Hugo. El futuro antes del presente.
Pero la novela no es sólo la historia de amistad ¿y amor? de estos tres personajes: dentro del libro (y esto es lo que más me ha gustado) hay un retrato bastante verídico (y que atina donde más interesa) de dos cosas: de la juventud postmillenial en el Estocolmo actual y de esa nueva burguesía europea que se ahoga en el sistema neoliberal y que salpica directamente a los jóvenes. De hecho, de los tres personajes protagonistas, dos pertenecen a ella y un tercero estaría en una clase más baja, más precaria y que depende de los del escalafón inmediatamente superior para subsistir y permanecer en una sociedad alienante y castradora (algo que también salpica a los demás del trío; nadie se libra de la sociedad enajenada). Los tres pertenecen a mundos distintos y la autora fotografía esos mundos diferentes con sutileza, a base de escenas y situaciones concretas que son perfectas metáforas de los frágiles equilibrios en los que se mueven los jóvenes de hoy. Ahí aparecen las crisis de identidad, la alienación y la demanda de afectos como temas principales de una novela muy contemporánea, inteligente en muchas ocasiones y siempre aguda en captar lo que tenemos enfrente. Johanna Hedman nos regala, de paso, tres retratos psicológicos asombrosos. El título sugiere sexo, pero nada más lejos de que la novela sea una concatenación de relaciones sexuales y triangulares. La escritora prefiere zarandear y mostrar los pensamientos antes que el calentamiento genital de los personajes. Es una novela sobre la intimidad de tres jóvenes y de los peligros que se corren cuando permitimos que otros entren en nuestros sentimientos preservados. Más que de amor, el libro nos habla de interioridades emocionales. Y aquí es donde esta opera prima se hace grande e interesantísima.
La prosa, diáfana y sin recovecos estilísticos que entorpezcan los efluvios de la narración, transcurre a veces morosa, pero siempre captando verdades en las que podemos reconocernos aquellos que traspasamos la barrera de los 45 y, en este sentido, es una novela que atrapa la nostalgia de una manera endiabladamente placentera. Habrá que seguir la carrera literaria de esta joven escritora. Su primer paso apunta inteligencia, sabiduría estilística y narración fresca, puntillosa y bastante expresiva o gráfica.
Bình luận