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"UN CORAZÓN EN INVIERNO" (Francia, 1992), de Claude Sautet


Adoro este tipo de cine. Vuelvo a él una y otra vez, no me canso de hacerlo y cada vez que vuelvo a acercarme a una de estas películas que vi con veintipocos años, siento parecidas emociones y, al mismo tiempo, las renuevo o les añado percepciones porque el paso de los años completa aquella primera vez.

Sautet es el director de cine de la sutileza. Así son todas sus películas. Esta de “UN CORAZÓN EN INVIERNO” podría ser como el relato breve de un libro y esa brevedad él la hace suya para completarla a base de agudezas visuales (tan sencillas como la mirada de un actor, por ejemplo) que aportan variedad de significados y capas de profundidad a lo que narra. Aquí los temas son el amor que llama y el corazón frío que lo desprecia. En mitad de ambos, Sautet pespuntea algunos hechos accesorios que redondean la línea argumental principal. No necesita el director francés de grandes alaracas visuales o de trucos para hacer trampas. Lo suyo es el matiz y subrayar el tono de un guion perfectamente hilvanado desde la escritura.

Es el cine francés uno de los que mejor (en Europa) sabe radiografiar los conflictos internos del ser humano y esta película de Claude Sautet es una maravillosa muestra de ello. El retrato que hace de ese hombre de corazón helado es de una intimidad fílmica apabullante y no deja indiferente al espectador porque el complejo dramatismo psicológico que muestra nos cerca y nos engancha por lo que tiene de retrato, de conciencia de lo que somos o alguna vez hemos sentido o padecido.

Esta película está marcada, además, por la música de Maurice Ravel, que da tono e intensidad a la historia. Y entre sonidos musicales estallan las miradas intercambiadas y los silencios tras ellas. No necesita Sautet el contacto físico de los cuerpos para radiografiar la pasión y el enamoramiento paulatino de una mujer por un hombre que ha apostado por la soledad en su vida. Y enfrente de esa mujer, el hombre hermético, impenetrable, que no renuncia a lo que ha escogido (una vida taciturna y esquiva) que verá tambaleados (aunque disimule) sus esfuerzos por vencer con la razón a los sentimientos. Y qué dos actores tiene esta película para dar vida a los espléndidos personajes. UF.

El resultado es una película de un romanticismo exacerbado y una esplendorosa obra maestra que habla con profunda inteligencia sobre cómo nos movemos en el mapa mundial los seres humanos de hoy en nuestros asuntos íntimos y debajo de nuestras máscaras mentales. “UN CORAZÓN EN INVIERNO” es de esas películas que calan hasta el punto de que uno es incapaz de desprenderse de ellas nunca.

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